Obligados reacomodos en el mando de la estructura del cártel de Sinaloa

La alianza con otros grupos delictivos presiona histórico liderazgo, trasciende

La Jornada-Jalisco

Según información de inteligencia, Nacho Coronel Villarreal sería el principal afectado por esos pactos

GEORGINA GARCÍA SOLÍS

Los reacomodos de los cárteles de la droga que operan en Jalisco, reconocidos por la Secretaría de Seguridad Pública (SPP) y que han disparado los índices delictivos, empezaron con el propio cártel de Sinaloa, pues de acuerdo con algunas versiones recabadas con funcionarios estatales que tienen acceso a información de inteligencia, el histórico encargado de la plaza, Ignacio Coronel Villarreal no estaría del todo de acuerdo con la llegada de La Familia michoacana, cártel del Milenio y el cártel del Golfo para formar la alianza denominada La Resistencia.

De acuerdo con este análisis de los escenarios que se están generando en el estado, Ignacio Coronel Villarreal estaría molesto por la obligada repartición de poder y mando que tendría que haber con los grupos que ahora sirven de aliados para combatir a los Zetas, máxime por el potencial que tiene la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), la región de Los Altos y Puerto Vallarta para operaciones de lavado de dinero, fundamentales para estas organizaciones.

Coronel Villarreal formó su carrera delictiva bajo el cobijo de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos y Eduardo González Quirarte, durante los años ochenta en el cártel de Juárez.

A raíz de la muerte del Señor de los Cielos, se vinculó con el cártel de Sinaloa, de Joaquín Guzmán Loera, en el que se convirtió en el cuarto mando con el paso de los años.

Un informe de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) que data de julio de 2006, cuando se dio a conocer la existencia de una recompensa de cinco millones de dólares por la cabeza de Nacho Coronel, ya advertía que ante el creciente poder de este capo, incluso podría crear su propia organización, al controlar junto con sus sicarios plazas en Jalisco y Sinaloa, donde instaló sus narcolaboratorios para fabricar metanfetaminas.

El pasado 14 de mayo trascendió que la Secretaría de Marina realizó un operativo en Bugambilias y que se logró su detención, versión de la que dio cuenta un medio local al día siguiente e hizo derrapar al secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, por no desmentirla.

Este rumor, que después fue desacreditado por las secretarías de la Defensa y Marina, fue relacionado con el secuestro de Diego Fernández de Cevallos, que ocurrió un día después, y especularse que el cártel de Sinaloa buscaba un intercambio de Coronel por Fernández de Cevallos con el Gobierno Federal, pero también esto fue desmentido.