La minifalda de Martín Rábago

Luly Morales

@Lulyann
2011-07-25

Los jerarcas católicos tan alejados de la sociedad civil, tan cerca del poder y la riqueza, y enredados en la pedofilia continúan con sus ocurrencias.
La Arquidiócesis de León prohibió a las mujeres que ingresen a los templos vestidas con minifaldas, estraples, shorts, mallones o escotes porque en la casa de Dios debe haber respeto, decoro y dignidad, señaló el arzobispo José Guadalupe Martín Rábago.
“Si tú tienes respeto por este lugar vístete de manera apropiada y no hagamos por tanto una tragedia de lo que en realidad no tiene esa intención, no es una actitud de misoginia o cosa que se le parezca, es pedir la dignidad y decoro que requiere el lugar, es todo”.
"Yo diría que no sólo se fijen en lo que la Iglesia católica pide, vean lo que piden otros grupos religiosos, si alguna vez han asistido a alguna reunión de otros grupos no católicos verán que la gente asiste con su saquito, aunque sea gente modesta, con su saco o con su corbata, ¿por qué nosotros deberíamos pretender que la iglesia es un lugar que no tiene validez, que no tiene importancia, que pueden entrar como quieran?".
"Ustedes las mujeres saben muy bien cómo vestirse en cada lugar, si van a una ceremonia de bodas, de 15 años, se van de alguna manera, si van a playa de visten de otra manera". 
Pues que yo recuerde, nadie en la playa me dice si ponerme Bikini o traje de baño completo, en una boda, puedo usar un vestido largo, de cocktail o mini, así es que, vaya mejorando sus sofismas Pepito (me pregunto si este pepito habrá sido tan travieso de chiquito como el de los cuentos, o ¿lo seguirá siendo?).
Disculpe usted, don Pepe Lupe, pero (por favor, Diosito, perdóname este pequeño improperio nacido desde el fondo de mi alma) ¡¡no mame!! No me diga, su excelencia, o su excelentísima persona, (¿cómo le gusta que le digan más?) que la “dignidad y decoro” de una persona, está en función del largo de la falda, el tipo de blusa o lo apretado del mallón. ¿No le parece que dignidad y decoro probablemente sean palabras de las que ustedes, los grandes barones de la Iglesia (siempre había querido decir “grandes barones”) se han alejado? o, ¿dígame entonces si es dignidad y decoro las relaciones de Onésimo Cepeda con los poderosos y la acusación de fraude en su contra por más de 100 millones de USD, o quizá usted también piense igual que Juan Sandoval Íñiguez que dice que "las mujeres no deben de andar provocando, por eso hay muchas violadas", o la red de pederastia de “nuestro padre” Maciel, o ya en la onda internacional, quizá dignidad y decoro sea también, el escándalo de pedofilia en Filadelfia, que el cardenal Justin Rigali encubrió y por la cual tuvo que presentar su dimisión al papa Benedicto XVI pretextando razones de edad y no los 21 curas sospechosos de actos de pedofilia que fueron suspendidos en marzo pasado?
Está completamente equivocado usted, señor Arzobispo José Guadalupe Martín Rábago, yo puedo ir a la iglesia en minifalda (la que Mary Quant inventó en los años 60`s en Londres, y que, sépalo don Pepe Lupe, tiene que estar al menos 15cms arriba de la rodilla), o con mallones o como se me pegue la gana, y aún así puedo mirar a quien sea a los ojos, sin pensar que mi dignidad está en entredicho por mi manera de vestir. Si usted no puede contener sus impulsos cuando ve a una mujer segura de sí misma, y con el tumbao que tienen las guapas al caminar, es entonces un señor muy enfermo.
Pero probablemente igual de triste que las intenciones de nuestro señor obispo (también siempre había querido decir, “nuestro señor obispo”) sea la actitud de las “celadoras de la pastoral familiar” que ayer (domingo 24 de Julio) evitaron que jóvenes con esos atuendos (diabólicos atuendos... se oye una risa de ultratumba al fondo y música de Halloween) ingresaran a misa en los templos de La Merced, Las Américas y San Andrés en León, Guanajuato (éste en la colonia Bella Vista, ubicados al poniente de la ciudad, que en sus accesos exhiben anuncios de advertencia con fotografías de mujeres esbeltas que visten ese tipo de ropa). Mujeres incentivando las ideas machistas y misóginas de un viejito que a su edad no puede controlar su propia líbido.
¿En serio, no tiene la iglesia algo más importante de que ocuparse?
¡Qué vergüenza!
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