viernes, 9 de septiembre de 2011

Estaríamos mejor con la Lady de Tepozotlán


Jairo Calixto Albarrán

Mientras espero a que comience el terrorismo comunicacional entre Televisa, Reforma y Tv Notas, lo cual será como una guerra santa con golpes de pecho incluidos, sólo le pido a Dios que no le seamos indiferentes. Sí, que nos mande unos angelitos de la guarda, dulce compañía, porque eso va a ser un intercambio de cochambre. Aunque sin duda será un divertido espectáculo decadentista donde sólo la autocomplacencia dirá quién vive, habrá cosas que nos dejarán en calidad de daños colaterales. Ya lo de Loret será lo de menos. La vendetta será lo de más.

Pero en lo que comienza el apocalipshit mediático, ¿quién le habrá dicho al desgobernado góber de Nuevo León que la mejor manera de despojarse de las críticas de los resentidos sociales que no lo han sabido valorar, era exhibirse con Carlos Salinas de Gortari en una barquita en el paseo Santa Lucía? O sea, habría sido menos dañino para lo que queda de su prestigio aparecer en una romántica cabaña en La Marquesa, que darse una vuelta del brazo y por la calle con un personaje que, debido a su naturaleza de Lady de Polanco, tiene el superpoder de acabar con la reputación de cualquiera. Bueno, ni la maestra quiere salir con él en una foto en familia, no le vaya a arruinar el apellido.
Se ve que ese muchacho Medina está urgido de buenos mánagers, sobre todo antes de que quiera imitar a Jelipillo cuando sin mucho rubor y con aplomo de estadista de verdad afirmó categórico: ¡Voy a terminar el sexenio a tambor batiente! O sea que antes de entregar la estafeta habrá cuando menos 50 mil muertos más... ¡Qué padre!
Supongo que a Medina lo que le da valor es que cree tener el apoyo del profe Moreira, ese gran nepotista y administrador. Y por eso no se le hace sospechoso que lo único que se le ocurrió a Humbert fue mandarle al Chupacabras en su papel de facilitador social.
Como si no supiera el del chúntaro style que lo único que realmente quería hacer don Charly era recuperar su vieja leyenda telúrica; por eso retó a López Obrador a un debate a dos de tres caídas sin límite de tiempo, pare ver quién es el verdadero Innombrable. Algo más divertido que las luchitas en lodo de Creel y la Vázquez Mota que ni el PAN quiere organizar.
Y de paso exigió a quienes atendían su discurso mientras se cuidaban la cartera, que escucharan sus propuestas porque él, así como lo ven, está dispuesto a salvar al país si se lo piden de buena manera.
Le aplicaron la moreiriña a Medina. Mejor le hubiera mandado unos quesos con don Beltrone, quien ya elogia la disciplina financiera de Calderón. Nomás falta que lo invite a comer quesadillas a La Marquesa.
Lo dicho: estaríamos mejor con la Lady de Tepozotlán.
www.twitter.com/jairocalixto

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