Jairo Calixto Albarrán
A la mitad de un congestionamiento vehicular en pleno Día Internacional sin Auto (que más bien fue el Día Internacional sin Auto...matic for the people, de la hoy disuelta banda REM) reflexionaba sobre la necesidad de implantar un Hoy no circula para las balaceras en la Ciudad de México (sobre todo antes de que Marchelo y Mancera tomen las de Villadiego). Fue cuando me enteré con estupor que Etilio González Márquez, el góber piadoso de Jalisco, decidió dar el lujambiazo y dedicarse a las actividades propias de su sexo.
Aceptando sin conceder que es más importante presidir los Juegos Panamericanos que disputar la candidatura del PAN rumbo a Los Pinos, no deja de ser una tristeza tragicómica que uno de los políticos más lucidos de la Perla Tapatía como don Etilio, haya abandonado la lucha combativa para dejarle el paso a Santi Creel, que reconoció el gesto, Chepina Vázquezmota que ni lo veía ni lo oía, y Ernesto Cordero que estaba tan ocupado repitiendo su mantra de “Valor, determinación y coraje”, que ni cuenta se dio.
Es tan difícil encontrar panistas cotorros como don Etilio —ya sólo quedan Fox, el Subjefe Diego y el edil Larrazabal, artista de la telenovela Hasta que los quesos nos separen—, que es emotiva su pérdida. O sea, el señor de los asquitos junto a sus contrincantes es rústico y sin cepillar, pero carismático. Mientras no lo hagan discutir temas religiosos, de género, sexuales, educación y cultura, puede ser hasta articulado.
¿Qué pensará del dólar a 13.40? Que es una oportunidad y no un precipicio, seguro.
Habrá quien diga que no todo está perdido, que siempre nos quedarán priistas como fuente de alegría y buen humor. Sobre todo cuando en su calidad de tiranosaurios se quieren poner disfraces de ovejas democráticas. Tenemos al góber Duarte que ha convertido Veracruz en un infiernito con Guantánamo incluido, mientras se autodenomina víctima de la incomprensión porque una tuitera acusada de terrorista piensa demandarlo. A él lo que le importa es la verdad y la justicia, las libertades y los derechos humanos, qué.
También está ese mexiquense sin tacha, Dorian Gel Peñanieto. El, que de la misma manera en que no sabe distinguir entre feminicidio y bullying, tampoco tiene muy claro cómo aplicar la regla de tres para sacar la tasa de homicidios dolosos en la entidad. Según The Economist, ha mentido y lo demuestra al ritmo de 2 y 2 son 4, 4 y 2 son 6: los crímenes de este tipo aumentaron 40 por ciento y no son de 7.6 por ciento como presumió Peña en su informe. Pero seguro lo hizo para no espantar a Eruvielito, que hasta sus chapitas se hubiera despintado.
Si Etilio regresa es que era nuestro, si no, nunca lo fue.
Aceptando sin conceder que es más importante presidir los Juegos Panamericanos que disputar la candidatura del PAN rumbo a Los Pinos, no deja de ser una tristeza tragicómica que uno de los políticos más lucidos de la Perla Tapatía como don Etilio, haya abandonado la lucha combativa para dejarle el paso a Santi Creel, que reconoció el gesto, Chepina Vázquezmota que ni lo veía ni lo oía, y Ernesto Cordero que estaba tan ocupado repitiendo su mantra de “Valor, determinación y coraje”, que ni cuenta se dio.
Es tan difícil encontrar panistas cotorros como don Etilio —ya sólo quedan Fox, el Subjefe Diego y el edil Larrazabal, artista de la telenovela Hasta que los quesos nos separen—, que es emotiva su pérdida. O sea, el señor de los asquitos junto a sus contrincantes es rústico y sin cepillar, pero carismático. Mientras no lo hagan discutir temas religiosos, de género, sexuales, educación y cultura, puede ser hasta articulado.
¿Qué pensará del dólar a 13.40? Que es una oportunidad y no un precipicio, seguro.
Habrá quien diga que no todo está perdido, que siempre nos quedarán priistas como fuente de alegría y buen humor. Sobre todo cuando en su calidad de tiranosaurios se quieren poner disfraces de ovejas democráticas. Tenemos al góber Duarte que ha convertido Veracruz en un infiernito con Guantánamo incluido, mientras se autodenomina víctima de la incomprensión porque una tuitera acusada de terrorista piensa demandarlo. A él lo que le importa es la verdad y la justicia, las libertades y los derechos humanos, qué.
También está ese mexiquense sin tacha, Dorian Gel Peñanieto. El, que de la misma manera en que no sabe distinguir entre feminicidio y bullying, tampoco tiene muy claro cómo aplicar la regla de tres para sacar la tasa de homicidios dolosos en la entidad. Según The Economist, ha mentido y lo demuestra al ritmo de 2 y 2 son 4, 4 y 2 son 6: los crímenes de este tipo aumentaron 40 por ciento y no son de 7.6 por ciento como presumió Peña en su informe. Pero seguro lo hizo para no espantar a Eruvielito, que hasta sus chapitas se hubiera despintado.
Si Etilio regresa es que era nuestro, si no, nunca lo fue.
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