miércoles, 31 de marzo de 2010

A China: a traer fayuca con un sueldazo irreductible

El Lobby

MAURICIO FERRER

¿Aquién no le gusta la gorra? Más cuando se trata de un viaje. Aunque sea a Chapala o Ajijic, a comer charales, a quién no le late ir de a grapa, sin tener que desembolsar ni un quinto. Cuando se trata al extranjero, ni modo decir que no. Sólo basta irse a formar temprano por el pasaporte –si es que está vencido– o bien, ir al consulado que corresponda a poner carita de que vamos a gastar un chorro de billetes en fayuca y que, para nada es nuestro sueño, quedarnos de ilegales en un país desconocido.

Eso pasa cuando se es un común mortal. Pero cuando se es diputado, es otro rollo. Los viajes no serán nada austeros: para sacar el pasaporte basta con uno de los “asistentes” que vaya a recogerlo en la respectiva oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores; no habrá que pasar mochilazos ni tener que contar la morralla para ver para qué mugre especie de lonche europeo nos engañará la panza a la hora del desayuno, comida y cena; y mucho menos, habrá que irse con la chusma en el avión, sino en primera clase, con todos los whiskeys y rones de lujo. ¡Salud!

¡Cómo decir que no a semejante invitación a China por parte del señor gobernador! Eso, no hubiera tenido… vergüenza. Hubiera sido de “mala educación” decir que, posterior a los días de Semana Santa y Pascua, no se podría acompañar al Ejecutivo estatal a un viaje a China, la de la Gran Muralla, la del arroz, la que en este país, le echan la culpa de todos los productos que nos quita mercado en el planeta. “Es que los chinos esto”, “la economía china”, “los productos chinos”, “la mano de obra china”… a China le echan la bolita de lo que el país no puede hacer; se le oye mencionar a los responsables de las finanzas estatales, nacionales, a empresarios, y por si fuera poco, quieren ir para allá. ¿A qué? Quizá a traer más de los productos chinos de a cinco pesos que se pueden encontrar en las tiendas chinas, con adornos chinos y atendidos por chinos en algunas calles del centro de Guadalajara.

El lunes pasado, tres de cuatro de los coordinadores parlamentarios de los partidos que conforman el Congreso del Estado, anunciaron que irán al viaje del gobernador a China en abril próximo. (Paréntesis: ¿usted ha visto resultados de los viajes que ha hecho gobernador, diputados, regidores, alcaldes siquiera a Ciudad Guzmán?).

“El gobernador consideró conveniente que se le acompañara por el hermanamiento y por la asistencia a una exposición que pudiera mostrar hacia dónde van las cosas en el mundo, y al mismo tiempo tomar algunas consideraciones sobre las políticas públicas y las necesidades de los caminos legales”, dijo el coordinador de los panistas, Abraham González Uyeda. Habrá que anunciarle de la existencia de la Internet como para enterarse del “rumbo” del mundo. Ahí están los grandes diarios con su edición en línea, que informan acerca de lo que sucede en todo el planeta, incluso, en Jalisco.

“Yo sí voy a ir. Yo acepté la invitación”, ni tarde ni perezoso respondió el líder de los perredistas en el poder Legislativo local, Raúl Vargas López, quien anunció que cada uno de los diputados, pagará por sus alimentos, o sea, tal vez lleven sus latas de atún y sus galletas saladas.

“El gobierno del estado paga el boleto… el hospedaje y la comida la pagamos nosotros”, dijo el coordinador del PVEM, Enrique Aubry. A ver señor, el boleto no lo paga el gobierno del estado, ni su hospedaje, ni los alimentos, que le quede claro, lo paga toda la sociedad de Jalisco. ¡Ora resulta!

Y el que aún no sabe si va o no, es el coordinador de los priístas, Roberto Marrufo. Aunque advirtió: es “muy probable” que vaya de turista a China.

Así están las cosas: diputados que, al inicio de la actual Legislatura, reconocieron en sus discursos la falta de confianza y la incredulidad de los ciudadanos a aquellos que integran el Poder Legislativo. Hoy, se olvidan de los discursos de austeridad que tanto enarbolaron, pero que se olvidan ante la promesa de un paquete VTP a Shanghai.

La casa paga

En el mismo tenor del Congreso del Estado, los diputados dijeron que siempre no se bajarán el sueldo de casi 72 mil pesos que reciben al mes. La propuesta que la priísta Rocío Corona hiciera en febrero pasado tiene que ser dictaminada por unanimidad en la Comisión de Administración que preside el perredista Raúl Vargas, quien anunció que su sueldo seguirá intacto.

Por cierto, Corona Nakamura, mes con mes, acude a Control Presupuestal del Congreso local para entregar 7 mil 200 morlacos –el 10 por ciento de su salario–, como parte del compromiso que hizo con los votantes que le dieron el cargo público.

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