lunes, 29 de marzo de 2010

El Lobby



MAURICIO FERRER

Los casi 100 de Alfaro

Falta poco para que se cumplan los 100 primeros días de la llamada “nueva historia” en Tlajomulco de Zúñiga, eslogan con el que el alcalde, el perredista Enrique Alfaro Ramírez, ha gobernado en poco más de tres meses con políticas enfocadas a lo social y cargadas más a una ideología de izquierda.

Por si fuera poco, en el primer trimestre de su administración ha cerrado las puertas al Grupo Universidad, en comparación con otros municipios, como la misma capital de Jalisco, donde la influencia del ex rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Raúl Padilla López, se ha colado entre los principales cargos del gobierno tapatío.

El rompimiento con el Licenciado le ha valido a Alfaro una simpatía enorme entre la misma disidencia universitaria, el gobierno del estado y todo aquel que ha sentido el yugo del Grupo Universidad al interior del PRD. Incluso, en menos de 100 días, ha contado Alfaro con el apoyo abierto del coordinador de los perredistas en San Lázaro, Alejandro Encinas, y del mismo presidente legítimo de muchos, Andrés Manuel López Obrador, quien la semana antepasada, de gira por Jalisco, brindó su apoyo al alcalde de Tlajomulco. Aunque no ahondó en la polémica, el tabasqueño se dirigió a Enrique Alfaro como un hombre honesto e íntegro, y añadió que le satisfacía saber que contaba dentro de su gobierno con hombres como Esteban Garáiz, en la unidad anticorrupción de Tlajomulco. La amistad de Garáiz y López Obrador fue más que evidente en el evento del último día de la gira en Jalisco, celebrado en Temacapulín, y quedó plasmada en un abrazo que a su vez documentaron cámaras de video y fotografía.

El jueves pasado, cuando Alfaro Ramírez les madrugó a los alcaldes del PRI –ahora el PRI se autonombra como “izquierda”, válgame–, informó lo que ya ha dado a conocer en el arranque de su administración: un ahorro de 56 millones de pesos en un plan de austeridad, apoyos económicos para adultos mayores y madres solteras, entrega de becas para guarderías y paquetes de uniformes y útiles escolares, entre otras cosas como parte del eje de su gobierno, una política meramente social.

Aunado a ello, el perredista ha puesto “a prueba” su gobierno hacia la mitad de su ejercicio, con una consulta pública anunciada semanas atrás. “Estamos llamando a la gente a que, para construir una nueva historia, porque estamos a prueba todos (…) su gobierno está a prueba pero también sus ciudadanos (…). El reto es hacer que Tlajomulco sea un municipio mejor. Lo importante es que los cambios se traduzcan en mejores condiciones de vida para la gente”, dijo el alcalde la semana anterior.

Por si fuera poco, el gobierno de Tlajomulco ha destinado para este año cerca de mil millones de pesos para obra pública en el municipio, lo mismo que se destinó en los tres años del panista Antonio Tatengo. Y más: ha ido con todo contra el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) para que pague al municipio en cuanto a permisos de locales y otros pagos que dicho grupo no ha erogado en ninguna de las ciudades en las que posee aeropuertos. De lograr que esta entidad pague lo que debe, el gobierno de Alfaro establecerá un precedente en la República Mexicana y otros gobiernos municipales podrían cobrar lo que por autonomía municipal les corresponde.

Hay varias cosas que ponen a Alfaro en la contienda al gobierno del estado en 2012. Una, aunque sea un “niño bien”, no ha enfocado su política de difusión en una imagen donde se parezca al candidato del PRD por la Presidencia de la República, es decir, no es el Marcelito Ebrard de estos sitios en comparación de aquellos que pretenden que el copete sea igualito que el de Peña Nieto. Otro factor a favor: le ha dado juego a sus funcionarios; éstos son entrevistados, citados en medios de comunicación, detallan programas, etcétera, lo que refleja una sola cosa ante la opinión pública: el gobierno de Tlajomulco está trabajando. Y tres, los últimos sábados, el alcalde se ha dado a la labor de caminar senderos terrosos, áridos, sucios, en busca de una solución a problemas de inundación y medioambientales del municipio. Los sábados, no sólo regala despensas y se pone a cotorrear con el niño para la foto, sale a ver qué está pasando en cada punto del municipio y por una solución también.

En los primeros 100 días, Tlajomulco ha dado de qué hablar en comparación con las administraciones pasadas. Y si lo ve uno territorialmente, es un extenso municipio que no puede ser tratado como el patio trasero de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

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