Ágora
Diego Monráz, secretario de Vialidad, con el chaleco implementado para los agentes viales Foto: FOTO LA JORNADA JALISCO
Señalética
Los signos de la ingobernabilidad debido a la delincuencia organizada son tan comunes que podría hacerse un catálogo, similar al que la Procuraduría de Tomás tiene para identificar un ejecutado de un simple muerto por homicidio común. Y van más allá que una simple lista creciente de ejecuciones caracterizadas, como la que presentó ayer.
El primero de estos signos es la corrupción, retacarle de mazorca el hocico al cochi, como dicen en mi rancho. Siempre queda de otra aunque la amenaza prevalezca, pero la tentación es grande y muchos ceden, socavando las instituciones de la manera más peligrosa que existe, desde adentro. Se cede por dinero, por protección y hasta por ayuda.
Otro es el miedo. Como el que con toda justicia humana tienen el director de la Policía de Ixtlahuacán de los Membrillos, César Navarro, y el subdirector, Gabriel Ballesteros Ortega, quienes junto a un grupo aún indeterminado de policías de esa demarcación,
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