Confeti Electoral

Luis Cárdenas López (@soyunhereje)

05 de julio, 2010 - 11:26 

El gigante, Goliat vestido de rojo, se llama PRI

Se unieron, en morbosa amalgama, los progresistas y los conservadores.

Ideologías en amasiato que parecen grotescas. A veces lo grotesco provoca reflujo, asco, como una medicina, pero funciona.

El gigante usa un copete, no se llama Goliat sino Quique, sale en Televisa, come gaviotas, encierra macheteros, se siente ya en la peña, nieto del PRI.

Ganar por ganar suena a consigna nacional, no importa más que el hueso y mandar al abandono al contrincante, pero, el nuevo gobierno de Oaxaca, de Sinaloa, de Puebla parecen confeti de tanto color.

El confeti anuncia una fiesta, invita un trago, conlleva amigos, es como el humo que advierte un incendio de algarabía, de colores, pues.

Aquí una ventaja: el confeti no se quita fácilmente.

Aquí una desventaja: el confeti no se quita fácilmente.

Gracias a Felipe. Gracias a Andrés Manuel.

Dos nombres unidos en un discurso. Unidos los dijo Gabino.

Sinaloa es la cuna del México rojo, y hoy también se llenó de confeti.

¡No al compadre del narco!, dijeron allá.

Pero, si el que encabeza la alianza es del PRI, no importó.

Ahora viene lo bueno, que la fiesta dure o que comiencen a barrer confeti antes de limpiar el baño.

Si entre los cuates de la fiesta se limpia el departamento, terminamos rápido y terminamos bien.

Luego podemos platicar del aborto, de la homosexualidad y hasta de la política, urge recoger el mugrero, ya apesta a podrido, en otros temas de cualquier forma, nunca estaremos de acuerdo.

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