La santa iglesia católica apostólica y demócrata

Amanda García Castillo (@amandamafalda18)

18 de August, 2010 - 11:05 

Cada que sucede algo que remueve las tripas de la Santa Iglesia,  sus representantes hablan. Cada vez que lo hacen pareciera que están en el concurso de "diga la tontería más grande, la más ignorante y la más intolerante".

Con la pederastia fueron dignas de una película de terror estas declaraciones, y ahora con el fallo de la Suprema Corte todo pinta para lo mismo. Cabe señalar que la Suprema Corte no legisló respecto a las parejas homosexuales y sus derechos, puesto que todo lo que concierne a las cuestiones familiares es facultad de las legislaciones estatales. En términos prácticos, sólo dijo que los matrimonios entre homosexuales y sus derechos, incluidos entre estos el adoptar, no van en contra de la Constitución.

La reacción entre los reaccionarios no se hizo esperar, y el Arzobispo de Guadalajara Juan Sandoval Iñiguez lanza el siguiente dardo: "¿A ustedes les gustaría que los adopten los maricones o las lesbianas?"  Mas allá de la demanda que pueda interponerle Ebrard, es una declaración intolerante en todo su contenido, que llama al odio y de la cual ya dijo el Arzobispo que no va a retractarse porque además cuenta con el respaldo del Episcopado Mexicano.

Esperemos que Ebrard lo lleve a juicio y no será la primera vez. Al parecer el Arzobispo ya tiene experiencia en contestar demandas hasta por lavado de dinero. Esperemos también que Ebrard lo haga por su convicción de mantener un estado laico y no por mero oportunismo.

Podemos o no estar de acuerdo con las uniones entre personas del mismo sexo, pero no podemos negar que son parte de nuestro contexto. Podemos o no estar de acuerdo con que estas parejas adopten, y aquel ciudadano que no este de acuerdo, tiene derecho a expresar ese sentir moral, pero no podemos ser intolerantes y llamar "maricones" a quienes tiene otra preferencia sexual.

La conferencia del episcopado mexicano lanza un comunicado, que al parecer fue redactado por la ignorancia y la hipocresía, nuevos santos sacramentos de la Iglesia. Dice el episcopado que por razones de naturaleza y hasta constitucionales se opone a estos matrimonios, en todo caso que no les den el sacramento del matrimonio, que no bauticen a los hijos que estas parejas adopten, pero no son nadie para decirle al Estado si debe o no permitir estas uniones y estas adopciones. Menos si al momento de oponerse hacen gala de su intolerancia y utilizan términos que discriminan y ofenden.

Dice el episcopado que la decisión sobre estas uniones se tomo sin las consultas necesarias a los diferentes autores sociales y sin atender el consenso de las mayorías, como si la Iglesia se denominara "católica, apostólica romana y demócrata".

Llama el episcopado a orarle a la virgen por todos los niños que no tienen voz. Nada más hipócrita, a menos que  en estas oraciones también se incluya a todos los niños víctimas de los abusos de los curas pederastas que la Iglesia sigue protegiendo.

Circulo de estudio "Regeneración"