jueves, 28 de octubre de 2010

¿Corrupto y jodido yo?

Jairo Calixto Albarrán

28 octubre 2010
jairo.calixto@milenio.com

Esto de seguro es un compló para desprestigiar a la presente administración. Cómo es posible que oscuros intereses internacionales manden a México observadores, que ni de nuestra familia michoacana son, para decirnos que nuestro país no sólo se desploma en una encuesta sobre desarrollo económico, sino que en materia de prosperidad está a la baja y en lo que a corrupción se refiere está en jauja. Esas investigaciones deben estar maiceadas por el comunismo internacional o pagadas por Don Noroñas que, no suficientemente contento por andarle diciendo de groserías a un distinguido gentleman como Molinar Horcasitas —El rey chiquito de las guarderías subrogadas— que su apagón analógico no sólo es paradójico sino bisnero. Una canallada, sobre todo después de que al secretario le batearon su licitación 21.

Seguramente el diputado petista hizo algo para que los resultados de esos estudios pusieran a Mexicalpan por debajo de Botswana, nación que ahora resulta más acá que el Centro Fox, we.


O sea, no puede ser que se nos dé este trato como de retén militar, luego de que por tradición nuestros gobiernos han seguido el recetario del FMI, a pesar de que supera con creces los protocolos de sicarios y secuestradores.


No se vale; mientras Jelipillo se arma de un optimismo sin igual y cree que se le puede ganar al crimen organizado —nada más que se desorganice un poquito—, los gringos critican las formas de combatir a los cárteles y ponen al gobierno a parir chayotes con la legalización de las drogas en California.


O sea, ¿30 mil muertos después por la narcoguerra nos dicen que todo estuvo equivocado? Hubieran avisado antes. Por eso se entiende que el señor de Los Pinos se nos ponga medio neuras y señale a EU por incongruente al legalizar y combatir las drogas al mismo tiempo..


Es injusto que se tache a México de corrupto nomás por que las instituciones de seguridad pública están un poquito infiltradas. Y es que nuestros críticos foráneos creen que las 80 balaceras diarias se arreglan subiéndole el sueldo a los policías. En primer lugar hay cosas más importantes en que el gobierno puede gastar, como en pachangas bicentenarias o en autos de lujo para los embajadores; en segundo, lo único que se conseguiría con ese aumento sería un fenómeno inflacionario en materia de maiceos y cochupos.


Nomás les faltó a los de Transparencia Internacional confundir al Chicharito Hernández con el dipu Godoy, maldita sea.


¿Qué quieren que sea México?: ¡Un pueblo mágico!


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