sábado, 9 de octubre de 2010

La crisis política en la Universidad de Guadalajara ParteVII


CONSIGNA: Borrar al grupo Uni-FEG
Carlos Ramírez Ladewig, nunca visitó mi domicilio particular. Cuando deseaba comentar algo conmigo me citaba a su despacho como Delegado del IMSS. Sus atenciones para mi persona me sorprendían. Tres meses después de mi arribo a Guadalajara, y después de haber sustentado decenas y decenas de conferencias en escuelas secundarias, preparatorias y facultades del medio, invitado por los presidentes de sociedades de alumnos, o por candidatos al cargo, en el período electoral estudiantil de 1971, solicité audiencia por primera vez en su despacho, sin consultarlo con nadie, ni siquiera con el presidentre de la FEG, quien me había abierto las puertas del medio universitario para moverme como conferencista. Me recibió y, cuando pretendí presentarme, me dijo, entre sentencioso y sonriente: "-Sí, se muy bien quién eres; tengo suficientes antecedentes de tus acciones en el medio universitario desde que llegaste al mismo". Después de darle respuesta a sus preguntas en torno a cómo se encontraban Manuel Stephens García (al parecer primo lejano suyo) y mi dirigente político Alejandro Gascón Mercado, lo puse al corriente de las condiciones en que me estaba moviendo en las escuelas como conferencista según lo acordado con el Presidente de la FEG, Guillermo Gómez Reyes (a) "El Alemán". El Lic. Carlos me ratificó su autorización añadiendo: "-Es bueno y es importante lo que estás haciendo. No tengo inconveniente alguno porque es útil para nosotros que los estudiantes adquieran conciencia de su país y de las responsabilidades sociales que adquieren al recibir la formación impartida por una universidad pública, de Estado. Hay quienes, luego de permitirles la entrada al medio, quieren intervenir en política estudiantil pasando por encima de convenios establecidos. Pronto comprenden que no les conviene"... A partir de esa primera vez, por lo general nuestras entrevistas eran concertadas virtud a encuentros a veces fortuitos en eventos públicos de la vida estudiantil o de la administración universitaria. La gentileza mostrada de su parte hacia mi persona, provocaba evidentes muestras de disgusto y celo político entre los miembros del "Sanedrín", o consejeros informales de aquel cuerpo colegiado integrado principalmente por ex-presidentes de la FEG, y presidido por Carlos Ramírez Ladewig, que no ostentaba ningún cargo dentro de la administración universitaria y que por ello se constituía en líder moral del grupo Uni-Feg. Este hecho difiere totalmente de la conducta del actual jeque de jeques, o sultán del medio universitario, al que no se le puede llamar líder moral sino capo de la mafia, al ostentar once cargos, casi todos relacionados con negocios autónomos (porque no se rinde cuentas a nadie) y cuyas actividades efectivamente, nada tienen que ver con las labores sustantivas de la universidad. Mientras que en Carlos Ramírez era evidente su despego por los cargos relacionados con la administración universitaria, fortaleciendo en esa misma medida su autoridad moral sobre el grupo político que presidía, en Raúl Padilla López, la acumulación de posiciones de poder constituyen una verdadera enfermedad, una obsesión ingobernable. Dice el Doctor Mario Paredes Espinoza, (a) "El Pato Paredes" y que fuera mi compañero legislador en la L Legislatura del Estado, que esa actitud enfermiza de Raúl Padilla López, por el poder económico y político, se debe a los efectos negativos del hecho de que su padre, Raúl Padilla Gutiérrez, se hubiera suicidado delante suyo. No solamente su organismo sino también su psiquis tuvieron que pagar la factura. Yo creo que mi amigo, el Dr. Paredes, no hablaba de memoria, sino con conocimiento del caso, porque a mí personalmente me tocó vivir uno de esos efectos negativos mencionados. El año de 1972, era yo maestro de la Escuela Preparatoria Nocturna, única que existía entonces en la universidad. Estaba por entonces ubicada en la parte occidental del Parque Morelos, donde durante el día funcionaba una escuela secundaria para señoritas. Una de las asignaturas que impartía era de Filosofía. En ese grupo estaba, cierta noche, impartiendo mi cátedra, con el entusiasmo y la enjundia que me eran conocidas como expositor; concluí la clase y algunos alumnos se acercaron a mi escritorio para preguntarme algunas cosas relacionadas con el tema expuesto y los atendí. Observé sin embargo que un jovenzuelo de rostro lampiño, claro y con ciertos arreboles, esperaba paciente turno para abordarme. Llegado el momento se acercó y me dijo: "- Maestro, lo quiero felicitar por la forma en que imparte su clase. Me recuerda mucho a mi padre, Raúl Padilla Gutiérrez, él, como usted, era gente de Lombardo Toledano. Perteneció al Partido Popular, pero luego cambió de chaqueta y se fue al PRI. Después no aguantó la "carrilla" y se dio un tiro en mi presencia"... No creía lo que estaba escuchando. Me parecía irregular que aquel jovencito juzgara tan severamente a su propio padre y sentía como algo anormal o enfermizo que ese muchacho expresara tal acontecimiento trágico de su vida personal con tanta facilidad. Era mi alumno Raúl Padilla López, de segundo año de preparatoria. Pero volviendo al caso de Carlos Ramírez Ladewig, no cabe duda de que el temor de ciertos círculos de poder dentro del aparato del Estado, era algo sabido en los mentideros políticos, cuando se comentaba el proyecto del líder para contender bajo las siglas del PRI por la gubernatura del Estado de Jalisco. Causaba temor la posible movilización política de la base universitaria en favor de una posición tal de gobierno. Especialmente porque eran tres los grupos políticos que en la práctica, tenían vetada esa posibilidad. A saber: el grupo de los Zuno, el grupo del "Chacho" J. Jesús González Gortázar, hijo del ex-gobernador González Gallo, y el grupo ramirista. De acceder el gobierno federal a las pretensiones de estos últimos, se consideraba una riesgoza ruptura del equilibrio político en el Estado. Por eso, la consigna discreta, que corría por los vertederos políticos como un grito silencioso, era acabar con el grupo político Uni-Feg. La conducta política, por lo menos a nivel de enunciado, en actos públicos académicos, de Carlos Ramírez Ladewig, desencadenó los hechos fatales, que luego conmocionaría profundamente al medio político universitario. Una generación de egresados de la Facultad de Derecho, tuvo a bien nombrar al líder, padrino de su generación. En el evento académico, Carlos hizo una aguda crítica al sistema político al que él mismo pertenecía, señalando como válidas las razones por las que importantes grupos sociales y políticos se inconformaban con la situación del país y validaba de este modo sus protestas. Pero no se quedaba sólo en los términos declarativos.
Carlos Ramírez Ladewig, me pidió colaboración para facilitar la relación y los vínculos con las agrupaciones democráticas y de izquierda vigentes en el medio político de Jalisco. El decía por entonces a mis compañeros dirigentes del PPS que lo visitaban a veces, que los problemas con grupos y personalidades políticas del pasado, obedecían simplemente a que intentaban arrebatarles el control político de grupo y del medio universitario y que ellos (el grupo Uni-Feg), simplemente no se dejaba. A todo esto, habrá que agregar las consideraciones políticas que la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS) hacía respecto a la personalidad y la fuerza política del grupo Uni-Feg y su líder. Dolores Casas es una investigadora y reportera del periódico "Crítica" de distribución gratuita en los mentideros políticos del medio. Ella me visitó en varias ocasiones en mi domicilio particular y realizamos algunas reuniones en la biblioteca de mi casa. Me pedía información y materiales escritos relacionados con el grupo Uni-Feg. Se los proporcioné y le impartí diversas charlas sobre el tema. Uno de los materiales escritos que le proporcioné fue una serie de artículos periodísticos que escribí para la revista "Por Esto", bajo la dirección del conocido periodista Mario Menéndez Rodríguez, quien había dirigido anteriormente la revista "¿Por Qué?". Corría el año de 1981 y era yo director de la Escuela Preparatoria Nocturna No.2 de la Universidad de Guadalajara. La serie se titulaba: "La FEG al desnudo" y sumaban casi una docena de artículos. Hoy puedo decir que en esos trabajos solamente podía decir parte de la verdad, aunque no estuvieron nunca exentos de crítica objetiva, porque eso es lo que me permitía decir mi condición de funcionario de la Universidad. Alvaro Ramírez Ladewig avaló la serie periodística, especialmente por la historia del grupo, relatada con detalle, sus orígenes, y especialmente el capítulo dedicado al asesinato de Carlos, bajo el título de: "El Asesinato del Miedo", además de la entrevista especial dedicada al propio Alvaro, quien reta a los críticos de la FEG a que lo hagan en su propia cara. Lolita Casas se llevó el material y tomó parte del mismo para publicar sus propios trabajos. Transcribe literalmente parte de la serie, aunque sin dar los créditos correspondientes al autor. Tal vez por conceder cierta seguridad a quien esto escribe, pero la verdad es que tal material ya había sido publicado a nivel nacional. Lo importante sin embargo es lo que Lolita Casas extrae de los archivos de la Dirección Federal de Seguridad. Estos documentos señalan cómo los miembros del "Sanedrín" quisieron hacer a un lado a Alvaro Ramírez, porque no tragaban sus relaciones con la izquierda, y especialmente con Alejandro Gascón Mercado, y José Dolores Mártir, a quiienes achacaban la manipulación de Alvaro. El mismo Raul Padilla López se inscribió en el Partido Socialista Unificado de México, para quedar bien con Alvaro, pero luego mandó a sus corifeos a secuestrar la solicitud de ingreso firmada por él. Decía la Dirección Federal de Seguridad, que las ambiciones de Ramírez Ladewig, iban más allá del liderato moral de la U. de G. Para 1975 quiso hacer una alianza con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y con miembros guerrilleros para integrar un frente armado y presionar al gobierno de Echeverría para que le dieran la gubernatura. A partir de ese momento, Carlos Ramírez se convirtió en enemigo público. Esto consta en la ficha que guardó la Dirección Federal de Seguridad (DFS) del ideólogo universitario. El 12 de septiembre de l975, Carlos Ramírez Ladewig fue asesinado cuando iba de su trabajo a su casa. Para todos quedó claro que este fue un crimen de Estado. A partir de estos hechos, el grupo Uni-Feg dejó al frente de las responsabilidades políticas al hermano de Carlos, Alvaro, que hasta entonces se había manejado fuera del medio universitario, dedicándose a dirigir la Constructora "Tenamaxtle" y a labores de gambusino en el Estado de Sonora. Pero ya estaban establecidos los nexos entre nosotros y Alvaro, gracias al conecte concertado por el chileno Jaime Sau Aguayo, y Alvaro y yo tuvimos la primera reunión en la que acordamos que él presionaría a Jorge Enrique Zambrano Villa, el nuevo Rector para que me nombrara director de la nueva preparatoria nocturna para trabajadores que abriría sus púertas en agosto de l977. Yo por mi parte le daría toda la asesoría posible y las horas de enseñanza que fueran necesarias a fin de que Alvaro se pusiera al corriente de los asuntos políticos del grupo, en la inteligencia de que su militancia política ya no sería en el PRI, por haber sido el partido político que asesinó a Carlos. Precisamente la no aclaración de los hechos siniestros del l2 de septiembre de l975, por parte del gobierno federal, llevó a Alvaro a presionar para que el Consejo General Universitario decidiera retirar el doctorado concedido anteriormente a Luis Echeverría Alvarez, constituyéndose en el hecho insólito de ser el primer caso en que la Universidad retiraba un doctorado Honoris Causa en condiciones de tanto desprecio y humillación. Al grado de que Vicente Zuno Arce, director de la "Casa Zuno", llegó a ofrecer su renuncia ante estos hechos y decisiones del Consejo General Universitario, misma que no fue aceptada. A partir del asesinato de Carlos, el grupo Uni.-Feg se dividía en dos bloques: los priistas y los expresidentes de la FEG que iniciaban su militancia política en la izquierda. Pero a raíz de estos hechos, el grupo Uni-Feg dejaba de ser un grupo de presión del PRI. 13-IX-2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario que sera publicado automaticamente; si este,no fue publicado por favor notificalo a nuestro correo electronico sadimyer@gmail.com