lunes, 8 de noviembre de 2010

Al acecho de la "Narcopaz"

Jane de la Selva

08 de Noviembre, 2010 - 09:07 |

Externar concepciones sobre el tema del narcotráfico que han esbozado su evidencia es un tema delicado. Intuidas las versiones, pero rara vez  aireadas. La revista Proceso, los más valientes. Algunos libros. Mejor es ocultar la voz de la lógica empírica porque no resulta prudente. Se trata de la segunda fortuna en el país. Si el grupo Carso fuera agredido, mermado en sus negocios, acudiría a las instancias legales o al consenso mayor del bloque oligárquico con la inercia de su poderío por delante, pero el Jefe del negocio del narcotráfico en el país no puede hacer esto, está obligado cuando menos a aparentar que permanece fugado, destinado a permanecer en la clandestinidad e ilegalidad.  

La realidad de un cese al fuego nacional, de un alto a la sangría, yacerá entonces, a ojo crítico que observa los efectos del real criterio de la guerra urbana oficial, en la aptitud para desmantelar la fuerza enemiga, cual feroz esta sea. La protección condicionada a un solo permiso de exportación. El respeto por el monopolio canjeado por la paz. Intuida por la opinión pública de ser esta una posible salida. Nadie está a favor del crimen, pero no se puede vivir ilimitadamente al son de balas ¡y sin insurrección de la sociedad civil! que ante tales condiciones habidas en el sexenio sería lo natural.

Escuchemos lo que sucedía hace años en diferente paralelo, mismos elementos, otro desenlace:  

"Cuando al fin detienen y acribillan tras una larga labor de inteligencia a Pablo Emilio Escobar, capo de capos, este se encontraba escondido, en depresión, en decadencia su gran imperio. Se le había dado luz verde al cártel de "Los Pepes" que entonces recupera el negocio para "la competencia" y  se inicia la restauración de  "la paz" en Colombia, la milicia redentora ocupando los espacios críticos, haciendo presencia. No se cuenta con la certeza, pero se sospecha con noción de causa, quién podría ser "la competencia". Los tanques y marinos del norte retoman el control de las calles, de las plazas. Se promociona con gran arrojo, al establecerse la calma luego de la intervención militar, el resurgimiento de la "oportunidad" de crecimiento, para el cocainizado, enguerrillado país caribeño al tope del cono sur. El enemigo fue inutilizado, pero el negocio continuó".

Un párrafo que encierra una historia ajena pero reconocida. El suelo colombiano tan restringido por similares batallas a muerte, fue abierto, fue "pacificado" luego de quince años. Algunos dicen que simplemente se pasaron los laboratorios a latitudes aledañas, fuera de su perímetro limítrofe, para no poner en tela de juicio la credibilidad del exótico "Estado liberado", hoy, el de mayor demanda mundial para el ecoturismo. Ahí va Colombia, ahí los Estados Unidos.  Ahí van Los Pepes, sus herederos u otros. Se acabó el conflicto. Se hizo la armonía. Toca turno a un reto mucho mayor, el paso de lo ilegal hasta Estados Unidos.

La demanda no cesará de ser satisfecha: La oscura razón por la que se insiste y se conspira a favor de la prohibición Los dineros se mantienen privados. En cuestión de salud pública, sin acciones preventivas, las adicciones se han detonado en el país de manera alarmante. La despenalización va de la mano de la prevención, de la conciencia y la responsabilidad. No se comprende, cómo los números no nos gritan en la cara su exacta y fatídica realidad.     

Pero México tendrá que esperar, parece ser.  Continuará la espiral. mortal  La exterminación prolífica de la que se ufanan insensatos, cuando hemos presenciado como retoman nuevos líderes los mandos vacíos. Preparémonos para el sacrificio bélico, pues, que no se divisa el fin. Por ser nuestro territorio tan esparcido y complejo, tan salpicado de la falta de ética, tan expuesto al resentimiento y al hartazgo, que se aposentan penosamente en nuestro tiempo las venganzas las traiciones, los abusos y corrupción de la autoridad, la extrema pobreza, y por delante y detrás, la ráfaga "amiga" o enemiga.
  

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