Daños colaterales

	Irene Selser
Dilma, la pre-sal de Lula, lo impresionó con su lap-top
01 noviembre 2010 irene.selser@milenio.com
La flamante presidente electa de Brasil, la economista Dilma Rousseff, sobresalió a finales de 2002, de un equipo de trabajo de quince hombres, por la habilidad con que utilizaba su lap-top, amén de su gran conocimiento del sector energético. El entonces recién presidente electo Lula da Silva —que con los años se convertiría en su mentor—, había ganado los comicios de segunda vuelta imponiéndose a José Serra con la votación récord de 61% de votos. Lula estaba abocado a organizar la transición, para asumir en enero siguiente la que sería la primera de sus dos presidencias. Según cuenta el político lulista Olívio Dutra en el libro que acaba de aparecer en Brasil, Vultos da República (Personajes de la República, Companhia das Letras) —que reúne los mejores perfiles políticos publicados por la revista Piauí sobre Rousseff, José Serra, José Dirceu y Fernando H. Cardoso, entre otros— Lula escogió en 2002 a Dilma en Minas y Energía porque vio en ella “un cierto comedimiento, una visión articulada del área, una discreción, una modestia sin falsedad”. Había sido ministra del ramo en el estado de Río Grande do Sul, y el ex líder sindical la eligió por su eficiencia. Lula tenía entonces a dos pilares en su gobierno: Antonio Palocci, en Hacienda, y José Dirceu, al frente de la Casa Civil (gabinete). Pero con el escándalo de corrupción que acabó con la carrera de estos dos últimos, Dilma se fortaleció y fue llamada para reemplazar en su cargo a Dirceu. ¿Por qué la escogió Lula como su delfín para darle continuidad a su doble administración? Por la misma razón por la que había elegido antes: “Él percibió que ella hacía que las cosas anduviesen”, dice en Vultos… el jefe de comunicación de Lula, Franklin Martins, otro ex guerrillero, al igual que Rousseff. “En su lap-top —añade— él vio que estaba todo organizado. Ella tenía ahí todo, números, elementos, cuadros. Siempre fue propositiva. Y si al principio llegó a pesar un poco en la balanza, a partir de la transición y hacia delante el mérito es todo de Dilma”. Comenta el diario Folha de Sao Paulo al hablar de Vultos…, que cuando comenzaron a circular en el gobierno rumores de que Petrobras había descubierto enormes depósitos de crudo en el fondo del mar (presal), Clara Ant, asesora especial de Lula, le dijo entusiasmada a Dilma: “¡Tú eres nuestro pre-sal!” Ella no entendió. Ant quería decir que, en el ajedrez político brasileño, Dilma, ese hallazgo inesperado, podía llegar a ser “la reina” en el juego sucesorio por su gran potencial: un pre-sal político. La historia dirá si Lula tuvo razón al elegir como su reina a “la menina de la lap-top”