◗ ¿Le has sido infiel a tu esposa?
¿Le has sido infiel a tu esposa?”, es la pregunta con la que abren los cuestionarios de confianza para los aspirantes a ocupar una plaza de policía.
El cuestionamiento ya de entrada deja a aquellos que pretenden portar placa, uniforme y un arma, desarmados, desencajados, con el pulso a todo lo que da y, por ende, directito a reprobar el examen que le de la chamba que tanto ha deseado. En algunos municipios, del total de vacantes existentes en seguridad desde hace por lo menos tres meses, no se ha ocupado ni el 10 por ciento de ellas. Empezamos así con un déficit de cuerpos policiacos en la entidad con preguntas que tienen que ver más con la relación de pareja que otra cosa.
Ese tipo de exámenes y otras formas de estructuras en las policías han sido objeto de cuestionamiento de los propios alcaldes municipales.
En la reunión del viernes pasado, de “urgencia”, convocada por el gobernador del Estado, el panista Emilio González Márquez, ahí en Casa Jalisco, ese tipo de cosas y otras más le fueron cuestionadas al mandatario desde la trinchera de los alcaldes metropolitanos del PRI, Aristóteles Sandoval (Guadalajara), Héctor Vielma (Zapopan), Miguel Castro (Tlaquepaque), Toño Mateos (Tonalá); y del PRD, Enrique Alfaro (Tlajomulco).
Según han relatado algunos que estuvieron ahí presentes, los alcaldes insistieron, una y otra vez, al gobernador y sus subalternos, el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez y el titular de Seguridad Pública estatal, Luis Carlos Nájera Gutiérrez, que de una vez por todas les den a conocer cuál es la situación de seguridad en la entidad. O sea, los alcaldes desconocen qué carajos pasa en Jalisco, qué grupo del crimen organizado domina la plaza, qué otras asociaciones delictuosas pretenden quedarse con ella y cuál es la estrategia de seguridad de la administración estatal.
“Los alcaldes están haciendo su trabajo pero dijeron al mandatario que de una vez diga dónde estamos parados”, relató la fuente.
De acuerdo con la información proporcionada, el titular de Seguridad Pública de Jalisco, Luis Carlos Nájera Gutiérrez, no se veía nada tranquilo después que, un día antes, habían emboscado y matado a nueve uniformados en Jilotlán y lanzado una granada en plena cabecera municipal de Zapopan.
“Nájera estaba desencajado”, narró la fuente quien detalló que al final, el acuerdo tomado entre gobernantes –municipales y estatales– era no decir nada a la prensa de lo ahí establecido.
Una cosa es segura. Por lo pronto no será militarizado el estado, según la fuente. En la reunión estuvieron también autoridades de las fuerzas castrenses que descartaron que sea momento para que el Ejército tome el control de la seguridad como en otras entidades.
Lo que es un hecho es la falta de coordinación entre el poder Ejecutivo del estado y las alcaldías. Las últimas han llevado a la práctica una coordinación metropolitana en materia de seguridad de la cual, los avances sólo se han visto en las fotos que los ediles se toman cada que se juntan para anunciar que, dentro de dos meses estará lista la estrategia y que dentro de otros dos se pondrá en función.
A eso, se suma la nula información que el gobierno de González Márquez ha proporcionado a las corporaciones de seguridad de los municipios.
Lo bueno es que aquí no pasa nada, según el mandatario.
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