Política cero

	Jairo Calixto Albarrán
¿Azcárraga le irá a las Chivas?
26 enero 2011 jairo.calixto@milenio.com
Pues que en este pueblo no hay ladrones, ni cabrones ni matones, ni tones para los preguntones. Que desde el punto de vista de la presente administración, todo está a punto de turrón y que, por ejemplo, el horno turístico sí está para bollos. Por eso, ya con decreto firmado, este será el año del turismo, bajo la lógica de que si a pesar del convulso estado de la geografía nacional, cuajada de daños colaterales, retenes y narcofosas los adictos a las emociones fuertes siguen viniendo, pues es momento de atraer a más incautos. Quizá el problema esté en nosotros, los sospechosistas, que no sabemos apreciar las maravillas naturales de la violencia, los descabezados y las matazones. Recuerdo que hace pocas semanas le pregunté a mi buen camarada Adolfo Díaz, el gran Rufo de La Afición, adónde se había ido de vacaciones. Me respondió que ningún lado porque no había encontrado ningún lugar donde no mataran. En ese momento le di la razón, contagiado quizá por la histeria de aquellos a los que hasta las balas que no les tocan les hacen daño. Ahora, luego de las felices cifras oficiales que nos avienta al rostro la dilecta secretaria de Turismo que está en todo menos en Caleta Caletilla, me temo que no he sabido apreciar como debe de ser, al bucólico paisaje de la bonita provincia mexicana. En vez de deprimirme como Kalimba tendría que encontrarle la poesía extraviada en los comunicados de los Misteriosos Desaparecedores; debería explorar las bellas lecciones morales insertas en los coches bomba; habría de abismarme necesariamente en la inspirada sinfonía de las balaceras. Sí Poiré, que no Poirot —al que tenían escondido con la esperanza de que le crecieran las barbas para que hicieran juego con las cejas que trae ahora estilo La Doña—, después de enumerar la enorme de lista de logros en materia de seguridad, afirma que los de La Familia no se la van a acabar, debe ser cierto. Digo, lo que importa es que agarren a sicarios, matones, capos de medio pelo y uno que otro JJ siguiendo los protocolos de García Luna Productions. Los lavadores del billete grande, los arquitectos del imperio monetario del narco, los creadores de la reingeniería del mercado negro y los criminales de cuello blanco, pueden esperar el sueño de los justos. Lástima que no haya sabido valorar el idílico paisaje de las matazones. Todo por degustar cómo la señorita Laura le agrega la S a los verbos pretéritos de la segunda persona del singular; por escanearle el lado humanitario a Niurka; y por ver cómo a falta de mejores zombies, el América corre a Lapuente y recluta a Reinoso. ¿Por Bauer irá El Burro Van Rankin? ¿Azcárraga le irá a las Chivas? jairo.calixto@milenio.com