![]() | Jairo Calixto Albarrán |
Misteriosos Desaparecedores de la confianza | |
27 enero 2011 jairo.calixto@milenio.com | |
Ya van tres días en que hay operativos en mi colonia, la Del Valle. Tres días de caos y desorden, como si no hubiera suficiente caos y desorden en esa geografía ignota estrangulada por la construcción de la línea ebrardista del Metro. A mí lo único que me animaba es que las autoridades hubieran dejado el mediático esquema de dar show con capos y criminales, que sólo están para alimentar a Niurka y a la señorita Laura. Tuve un relámpago de fe, pero hasta el momento el comportamiento del gobierno calderónico es el de homenajear a la policía china. A ver si no nos salen con que todo es culpa de los Ex Misteriosos Desaparecedores. jairo.calixto@milenio.comAsí, hay que entretenerse con otros talk shows más rudos. Me encanta doña Matrix Paredes, la chica del huipil tricolor, cuando afirma que la alianza en Guerrero (el candidato panista declinó a favor del PRD cuando se le acabó la fuerza de la mano derecha, aunque diga Molinar que fue pura táctica) es un error de táctica. Claro que si se hubiera arrojado el del blanquiazul en los brazos del PRIcámbrico temprano, como Taily sobre Kalimba, sería un estadista preclaro y sembrador de futuro. Es admirable que la lógica priista no haya cambiado todavía los machotes de sus discursos desde los tiempos de López Mateos. Se ve que su verdadera su vocación no es la de gobierno o de servicio, sino de autoservicio. Esta capacidad cavernicolita para la articulación discursiva tiene enormes representantes como Manuel Añorve, el candidato priista por Guerrero que tiene moditos de vendedor de autos usados. Pero el que acaba de romper todos los moldes es César Duarte, desgobernador de Chihuahua, quien en una reflexión que pone en el mostrador sus capacidades distintas en materia política y su dudosa habilidad para tejer sinapsis, dijo que la muerte del escolta del edil de Ciudad Juárez a manos de un policía federal al confundirlo con un sicario, se debía fundamentalmente a “la falta de comunicación interinstiucional”. Debe ser un genio. Quizá lo que hace falta es que las policías federal y las locales, junto con marinos y militares, tomen terapias de grupo para que dejen de lado los sospechosismos al ritmo de Venga la alegría. Y es que hay más confianza de los americanistas en el cartuchazo quemado de Reinoso que el que hay en las instituciones de seguridad entre ellas mismas. El único confiado es Jelipillo, que armó todo un numerazo presupuestal a favor de aquellos que siendo perseguidos políticos puedan refugiarse en México. O sea, ¿quién querría refugiarse por esta su humilde, madreada y balaceada casa? www.twitter.com/jairocalixto |
jueves, 27 de enero de 2011
Política cero
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario que sera publicado automaticamente; si este,no fue publicado por favor notificalo a nuestro correo electronico sadimyer@gmail.com