Política cero
Desde los exámenes de próstata de Marchelo Ebrard, no habíase visto nada tan atractivo como el antidoping de los candidatos del Edomex. Pocas cosas tan edificantes como la imagen del Chapitas Ávila, el Santa Claus en primavera y el nada Bravo Mena, organizando shows mediáticos para demostrar que están 100 por ciento libres de clembuterol.
Mientras la Concacaf decidía si estos tres personajes pueden jugar o no en la Copa Oro para reforzar al equipo mexicano, que anda medio cojo de una pata, el gobierno calderónico, en una más de sus demostraciones de humor involuntario con michoacanazo incluido, ha dejado en libertad al villano favorito del momento, Jorge Hank, en un acto que ha sido recibido por el respetable con aplausos de pie y aclamación unánime. De los productores de La narcoguerra para principiantes, ¿Qué diablos son los daños colaterales? y La cosecha de narcofosas que nunca se acaba, ahora se presenta: El Santo y Hank contra el esqueleto de la señora Morales. Sólo en los mejore cines, Hollywood, La Raza y varios más.
Una maravilla del churro-verité donde gracias a las sabias pesquisas de la PGR, la procuraduría de Baja California y el Ejército, el nuevo villano favorito de México se convierte en nini héroe. Un filme donde la loca academia de michoacanazos volvió a demostrar que lo suyo, lo suyo, es el folclor y la superstición.
Al llegar a su casa, libre de polvo y paja, transformado en figura moral, en el auténtico presunto culpable, Jorge Hank Rohn fue recibido con lágrimas en los ojos por uno de sus colaboradores a quien le espetó: “¡Aguántese, no sea chillón!”. Palabras que no se sabe si iban dirigidas a él, o al mismísimo Jelipillo Calderón que tiene una extraña habilidad: cada vez que monta un circo... le crecen los enanos.
Claro, no faltará quien diga que esto es más raro que la segunda prueba de doping de los seleccionados mexicanos que salió negativa, como si los orines hubieran sido proporcionados por Eruviel, Alejandro y Luis Jelipe.
Afortunadamente para Calderón, tiene abierto el espectáculo chuntaresco de Humbert Humbert Moreira, ahora que uno de sus gatos de angora, el señor Chaires (según el panista Federico Döring, su prestanombres), ha sido acusado de tener más intereses inmobiliarios en EU que Arturito Montiel en el Edomex.
Pero Moreira debe estar tranquilo, es tal el profesionalismo de los burócratas de la seguridad del calderonato, al rato estará brindando con Hank con buenos shots de tequila de pene de burro. Y por los rezos de Onésimo.
Quién será el verdadero estratega de la presente administración, ¿La Paca?
www.twitter.com/jairocalixto
Mientras la Concacaf decidía si estos tres personajes pueden jugar o no en la Copa Oro para reforzar al equipo mexicano, que anda medio cojo de una pata, el gobierno calderónico, en una más de sus demostraciones de humor involuntario con michoacanazo incluido, ha dejado en libertad al villano favorito del momento, Jorge Hank, en un acto que ha sido recibido por el respetable con aplausos de pie y aclamación unánime. De los productores de La narcoguerra para principiantes, ¿Qué diablos son los daños colaterales? y La cosecha de narcofosas que nunca se acaba, ahora se presenta: El Santo y Hank contra el esqueleto de la señora Morales. Sólo en los mejore cines, Hollywood, La Raza y varios más.
Una maravilla del churro-verité donde gracias a las sabias pesquisas de la PGR, la procuraduría de Baja California y el Ejército, el nuevo villano favorito de México se convierte en nini héroe. Un filme donde la loca academia de michoacanazos volvió a demostrar que lo suyo, lo suyo, es el folclor y la superstición.
Al llegar a su casa, libre de polvo y paja, transformado en figura moral, en el auténtico presunto culpable, Jorge Hank Rohn fue recibido con lágrimas en los ojos por uno de sus colaboradores a quien le espetó: “¡Aguántese, no sea chillón!”. Palabras que no se sabe si iban dirigidas a él, o al mismísimo Jelipillo Calderón que tiene una extraña habilidad: cada vez que monta un circo... le crecen los enanos.
Claro, no faltará quien diga que esto es más raro que la segunda prueba de doping de los seleccionados mexicanos que salió negativa, como si los orines hubieran sido proporcionados por Eruviel, Alejandro y Luis Jelipe.
Afortunadamente para Calderón, tiene abierto el espectáculo chuntaresco de Humbert Humbert Moreira, ahora que uno de sus gatos de angora, el señor Chaires (según el panista Federico Döring, su prestanombres), ha sido acusado de tener más intereses inmobiliarios en EU que Arturito Montiel en el Edomex.
Pero Moreira debe estar tranquilo, es tal el profesionalismo de los burócratas de la seguridad del calderonato, al rato estará brindando con Hank con buenos shots de tequila de pene de burro. Y por los rezos de Onésimo.
Quién será el verdadero estratega de la presente administración, ¿La Paca?
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