Tomado de La Jornada on line
El grupo de familiares de migrantes desaparecidos fue recibido en el atrio de la Catedral por el rector de ese recinto, Manuel Arellano Rangel, quien manifestó la solidaridad de la Iglesia con quienes dejan sus países en busca de un mejor futuro. Luego, la caravana se dirigió a la antigua sede del Senado, en Xicoténcatl, para sostener una reunión con legisladores, donde también estuvo el poeta Javier Sicilia. Ahí, el sacerdote Alejandro Solalinde dijo:
Insistimos al gobierno de México en que no sea más el gendarme de Estados Unidos, que deje de ser agachón hacia arriba y deje de ser ojete con nuestros hermanos centroamericanos. En la imagen, el religioso es acompañado por Rosario Ibarra y Édgar Sánchez Foto María Luisa Severiano
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