viernes, 12 de agosto de 2011

Bartolomé y unos bolillos pa’l susto


Jairo Calixto Albarrán

Debe ser de poca madre que a las tres de mañana irrumpan en tu casa a madrazos y mentadas una veintena de uniformados de rabioso aspecto, con el tumbao que tienen los ojetes al caminar. Y que así, con los desconciertos de la modorra, sin decir buenos días o buenas noches, esas núbiles criaturas provistas de armas de altísimo poder, te encañonen y amenacen como en las películas, los noticiarios o “El blog del narco”.
O sea, un verdadero privilegio que te pase lo que al poeta Efraín Bartolomé, porque a cambio de ese terror mayúsculo, esa irrupción de la hiperviolencia policiaca en la sala de tu casa, fue posible la aprehensión de Óscar Osvaldo García Montoya, al que en un alarde de ingenio le pusieron El Compayito de La Mano con Ojos, que admitió de volada y sin trámites, 600 ejecuciones. Seguro que hasta las de Muñoz Rocha, Colosio y Paulette.
Por eso los agentes de la procu de Justicia del Edomex, al servicio de una tarea superior, ni siquiera ofrecieron disculpas al premio Aguascalientes por las molestias que le hubiera ocasionado tan heroica obra policiaca.
Ni unos bolillos para el susto dejaron.
Por eso el procurador Alfredo Castillo se tomó su tiempo para explicar el operativo, y ofrecer disculpas a los afectados. Digo, los daños colaterales pueden esperar sentados al Godot de la justicia.
Eso sí, el procurator, que hace ver al ex procurator Baz Baz como el inspector Cluseau, prometió resarcir los daños, pero como no lo firmó, no sabemos si lo cumple.
Sólo espero que dadas las circunstancias (ya se sabe cómo somos chillones los mexicanos que no aguantamos nada) que Mr. Castle haya aprendido la lección y, antes de que se le suelte la rienda de su mano ultraderecha, les indique a sus muchachos que antes de entrar patadas y mandarriazos a una casa, se cercioren de traer al menos una licencia poética.
Y que no sean malos, que antes de ponerse cual bárbaros tomando Bizancio, no hagan más ruidos que los vendedores de tamales, que penetren a la malagueña pero de puntitas, y que, como dicen los letreros en los kínders, no empujen-no corran-no griten. No se ve nada bien que se comporten como la División Panzer entrando al gueto de Varsovia.
Como ha dicho el gran @monerorictus en Twitter, si van a robar en tu casa, preferible que lo hagan unos ladrones profesionales, a unos policías en un operativo.
Se pregunta el poeta —parece que es más peligroso este oficio que el de repartidor de la Sección Amarilla— si “¿de verdad estamos tan solos?”. Sobre todo porque le habló mil veces al 060 y nadie acudió en su auxilio. Igual y estaban coludidos.
El problema no es que estemos tan solos, sino que estemos tan mal acompañados.
www.twitter.com/jairocalixto

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario que sera publicado automaticamente; si este,no fue publicado por favor notificalo a nuestro correo electronico sadimyer@gmail.com