Pisistratus

Pomponio

@donmenfis
2011-08-05

Pisistratus vivió en el siglo VI antes de Cristo.  En ese entonces (aproximadamente por el año 550 antes de Cristo), Atenas, la patria de Pisistratus, era tan solo un villorrio de unos 5,000 habitantes, si acaso.  En medio del pueblo se alzaba un macizo de origen volcánico cuya cima había sido aplanada por la erosión y el trabajo de generaciones de atenienses: la acrópolis.  Sobre esta se alzaba una fortaleza, sede del gobierno municipal.
Pisistratus venía de una familia aristócrata, las familias que controlaban el areópago o consejo municipal.  Estas familias eran las dueñas de las tierras de labranza.  El 90% de los habitantes, que integraban el hyperakrioi o proletariado, vivían miserablemente trabajando las tierras de los aristócratas.   La educación de Pisistratus fue, entonces, la de un junior destinado a gobernar y mostrar desprecio a la plebe. 
A raíz de una victoria en una guerra contra los de Megara Pisistratus logro hacerse del gobierno de Atenas.   Por su popularidad, se declaro tirano, palabra que en aquellos tiempos implicaba ejercer un gobierno unipersonal. Los aristócratas de Atenas no se preocuparon por el hecho de que Pisistratus lograra subir al trono.  Después de todo, perro no come perro, ¿verdad?  
Pisistratus se dio cuenta luego luego que la situación de Atenas no iba a poder continuar con una inmensa mayoría de pobres.  La aristocracia, concluyo, vivía en un polvorín.  Los jueces no ofrecían justicia y siempre decidían en contra de un pobre si el caso involucraba a un aristócrata.  ¿Cómo pedirle respeto a la ley a un fulano hambriento y que sabe que no hay justicia para él?  Por supuesto, los aristócratas no iban a querer que cambiaran las cosas.  Después de todo, siempre habían tenido hoplitas (soldados) en la acropolis que podían llamar para desbaratar cualquier disturbio.  Sin embargo, esos hoplitas ahora los mandaba Pisistratus. 
Pisistratus decidió no antagonizar a la aristocracia.  Seguirían mandando en el areópago, decidió, y no se les afectarían sus propiedades.  Pero había que hacer algo para reducir las desigualdades sociales de lo contrario la sangre correría en ríos.  Pisistratus decidió reducir los impuestos que pagaban los proletarios (imagínense el IVA).  La merma en el presupuesto se cubriría subiéndole los impuestos (por lo general bajísimos) a la aristocracia.  A diferencia de sus predecesores, Lisistratus decidió hacer un gobierno espartano, sin lujos y dispendios.  Con los excedentes empezó a ofrecer créditos con bajos intereses a los proletarios. 
El resultado fue que poco a poco empezaron a aparecer pequeños talleres (los míticos changarros que prometió Fox) en toda Atenas donde los antiguos proletarios ahora se dedicaban al comercio y a la manufactura.  Eso, a su vez, incremento la base fiscal del gobierno.  La escasez de mano de obra en la labranza (era mejor sacar un préstamo en la acrópolis y poner un changarro que trabajar para el hacendado) hizo que los dueños de las tierras pagaran más altos salarios a los campesinos.  Pisistratus nombre sus propios jueces, escogiendo a personas que conocía por ser incorruptos y probos.   
La tensión social se fue desinflando pues Atenas en general era más prospera y no solo un pequeño grupito acaparaba toda la riqueza o gozaba de absoluta impunidad.  Todos ganaban, tanto los proletarios como los aristócratas. Pisistratus sento además las bases para la futura grandeza intelectual de Atenas.  Empezó obras materiales para embellecer la ciudad, convoco a concursos de poesía, inauguro teatros, mando recopilar y consolidar las obras de Homero, etc. Pisistratus murió en el año 527 antes de Cristo.  El suyo es reconocido como el primer gobierno de izquierda en la historia de la humanidad.  Lo lloraron tanto los pobres como los aristócratas. Lo sucedieron sus hijos, Hippias e Hiparchus, de los cuales les contare en otra ocasión. 
¿Qué concluyo de todo esto? Primero, las elites siempre serán torpes y estúpidas y llevadas por su egoísmo.  Y la llámese clase empresarial o treinta familias que mal gobiernan México no puede ser mas bruta.  Son tan malos administradores que el pueblo mexicano los tuvo que rescatar con el ROBAPROA.  En sus escuelas patito no les dan bases culturales esenciales para saber gobernar con visión y sensibilidad.  Son rapaces e ignorantes.  De entre ellos dudo que saldrá jamás un Pisistratus. 
Segundo, que la elite nunca va a permitir cambios, aun si el agua le esta llegando al cuello.   Con tal de no dejar que ocurrar cometieron el fraude electoral en el 2006.  Hoy en dia, por instrucciones de la embajada de EEUU, y para evitar cualquier posibilidad de que se elija a AMLO esta elite se disponen a repetir el fraude llegando a un acuerdo con la cucaracha, desencadenar una nube de “candidotes ciudadanos” para atomizar el voto de la oposición, e implantar leyes que permitan al ejercito reprimir con impunidad el descontento social. 
Tercero, los datos del CONEVAL son contundentes: la gran mayoría de los mexicanos están jodidos.  Y si como parece a los EEUU se lo va a cargar el payaso entonces el número de jodidos va a crecer.  La situación es igual o tal vez peor que la que observo Pisistratus hace 25 siglos.  México es un polvorín y mientras la riqueza no se distribuya con más igualdad y mientras exista la impunidad el riesgo de un estallido social es muy real. 
Cuarto, la elección de AMLO seria la implantación de un gobierno de izquierda estilo el de Pisistratus y es la última oportunidad que habrá para llevar a cabo las reformas necesarias para desinflar las tensiones sociales.  Poner a Ebrard o al copetón o a Mascas Mota seria seguir con la misma política de favorecer a las elites y mantener su impunidad y su mal gobierno.  Estos candidotes son más de lo mismo y con toda seguridad conducirán a México al abismo.  El único cambio verdadero y necesario seria con AMLO. 
Acuérdense: “los que no recuerdan la historia están condenados a repetirla”. 
FIN