lunes, 10 de octubre de 2011

Publicita su vida privada

Claudia Rodríguez

La boda entre la hondureña Rosalinda Bueso Asfura --primero las damas--, y Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal y aspirante a la candidatura de izquierda para contender por la Presidencia en el 2012, es un evento público, aún cuando Ebrard afirmará que se trataría de un evento privado con sólo 35 invitados, en donde “Vamos a cenar, a bailar un poquito y nada más”, detalló el novio, horas antes de su boda con la ahora señora de Ebrard.
Marcelo es uno de los personajes de la política mexicana que se empeña en decir, cada vez que se siente herido que su vida privada nada tiene que ver con la pública y que los que busca en una pareja es compañía, pues no se quiere quedar sólo.

Pero en la política, nada es coincidencia y sobre todo ahora que las leyes electorales no permiten hacer publicidad de la obra pública, pero nada objetan al respecto de la vida personal.   Y del evento ¡tan privado!, que fue su boda, se difundió a varios medios un corto video en donde se aprecia a la pareja de esposos (Rosalinda y Marcelo), brindando con copas de champán –supongo que con la bebida espumosa propia— por su reciente enlace.  En donde por cierto, se puede observar como Rosalinda va más allá del brindis para empinar de nuevo su copa e invitar a su ahora esposo a hacer lo propio.  Dirán algunos que eso no es buena señal.

De ahí, que el análisis que presento CNN México sobre la tercera boda del jefe de Gobierno de la capital mexicana, vale la pena recuperarlo:

La boda de Marcelo Ebrard con la ex embajadora hondureña Bueso es una buena estrategia para aumentar la popularidad del jefe de Gobierno de la Ciudad de México (GDF), aseguran especialistas en comunicación e imagen política.

El funcionario decidió casarse el día en que comienza el proceso electoral rumbo a los comicios presidenciales de 2012, y justo cuando es el aspirante menos conocido a nivel nacional, de acuerdo con diversas encuestas.

"La boda puede ser un mecanismo para atraer la atención. Si logra que a través de esto las audiencias logren escuchar su mensaje político, entonces fue una estrategia exitosa. No es suficiente con que a la gente le guste el espectáculo, la clave está en que haya un trabajo de comunicación política posterior", dijo Carlos Castañeda, investigador de Central de Estrategias Políticas, consultoría de comunicación política.

La boda es también una estrategia política, dijo Sara Dulché, directora de la firma Imagen en Equilibrio: “En esta campaña, él está en medio de una sociedad muy tradicionalista, donde, teóricamente, se considera que una persona es mucho más estable emocionalmente cuando es casada".

Así que Marcelo, quien toma la ruta de la prensa del corazón para aumentar su popularidad, no debería molestarse cuando alguien le pregunta de su vida no “tan privada” y contestar con cortesía si quiere ganar más puntos en sus aspiraciones presidenciales:  Por cierto, habrá quien objete la nacionalidad hondureña, de la posible primera dama. 
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Acta Divina… Consulta Mitofsky publicó el pasado mes de septiembre que el jefe de de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, tenía a nivel nacional, un porcentaje de conocimiento de 72.9%, contra el 93.3% de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional, y el 96.2% del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

actapublica@gmail.com

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