Entre líneas.

Eso de que, según don Felipe, los cárteles de la droga se han convertido en una muy seria amenaza para la Democracia, lo que ya ha repetido en más de alguna ocasión, dice mucho más entre líneas.

Sobre todo si lo relacionamos con el hecho de que el PAN no tiene ningún candidato competitivo, ya que Josefina Vázquez Mota, auto declarada como una ama de casa, francamente más parece una broma de mal gusto, que una verdadera candidata.

Pues a pesar de que es mujer, y podría pensarse que solo por eso podría tener muchos votos, doña Josefina se ha manifestado abiertamente en contra del aborto, o sea, del derecho que tienen o debieran tener todas las mujeres para decidir sobre su maternidad.

Y por si eso fuera poco para ganarse la animadversión de la mayoría de las féminas, la dama en cuestión también está a favor de continuar la aberrante y perdida guerra que el inquilino de Los Pinos piensa, según su propio dicho, combatir hasta el último día de su nefasto y ensangrentado mandato.

Sin soslayar que sería bueno preguntarle a don Felipe ¿qué es lo que entiende por Democracia?  Y no solo porque su arribo a la Presidencia no fue estrictamente apegado al sistema de gobierno que inventaran los griegos, sino porque ésta, la Democracia, como tal, nunca ha existido, cuando menos en nuestro suelo.

Ya que una Democracia que no atiende los deseos de la mayoría, como aquí sucede, pues es ya un clamor general el que termine con este infierno que ha provocado, y ni siquiera se da por aludido, es una verdadera y dolorosa farsa; y encima de todo, hasta se enoja con quienes lo proponen.

Por no dejar de mencionar que los ciudadanos que no pertenecen a ningún Partido Político, no pueden aspirar a los cargos de elección popular; lo que ya es la coronación de lo absurdo.

Haciendo pensar a muchos, que lo que don Felipe pretende, es acabar de desestabilizar a la Nación para así, ahora sí apegado a la Constitución, suspender las elecciones.  Ya que, sabiendo lo que ha hecho y el riesgo que corre, de ninguna manera puede darse el lujo de no seguir protegido.