martes, 4 de junio de 2013

Manning, el juicio de más alto perfil sobre transparencia gubernamental desde Vietnam

 En 1971, Daniel Ellsberg filtró los “Papeles del Pentágono”, que revelaron engaños oficiales de una guerra perdida. Hoy, Ellsberg es una de las figuras más destacadas que apoyan a Manning.
El soldado Bradley Manning
David Brooks, corresponsal
Publicado: 04/06/2013 10:15
Nueva York, 3 de junio. La corte marcial contra Bradley Manning arrancó este lunes después de poco más de tres años de haber sido detenido por la mayor filtración de información clasificada en la historia de este país; los fiscales militares lo acusan de ayudar al enemigo al hacer disponible documentación masiva, mientras el abogado defensor reitera que las motivaciones del joven soldado fueron sencillamente detonar un debate público sobre las políticas bélica y exterior de Estados Unidos.

Los pocos, relativamente, periodistas que lograron ingresar al tribunal militar en el Fuerte Meade –las autoridades sólo emitieron 80 credenciales de prensa de las 350 que se solicitaron–, registraron los argumentos iniciales presentados por ambas partes en lo que es el juicio de más alto perfil sobre el gran debate entre la transparencia gubernamental y la seguridad nacional desde los tiempos de Vietnam, cuando Daniel Ellsberg filtró los Papeles del Pentágono en 1971 que revelaron los engaños oficiales de una guerra perdida. Ellsberg es una de las figuras más destacadas que hoy apoyan a Manning.
Este es un caso de un soldado que sistemáticamente reunió cientos de miles de documentos clasificados y los colocó en Internet, y así en las manos del enemigo, material que él sabía, basado en su capacitación, pondría en riesgo las vidas de sus compañeros soldados, declaró ante el tribunal militar el fiscal, capitán de ejército Joe Morrow. Agregó que sus motivaciones fueron, además, egoístas: este es un caso que ocurre cuando la arrogancia se encuentra con el acceso a redes clasificadas, y reiteró que todo resultó ser de gran interés para nuestros adversarios y para nuestros enemigos.
De hecho, Morrow señaló que esta información llegó hasta las manos de Osama Bin Laden (uno de los testigos secretos que se esperan en este juicio es uno de los militares de las fuerzas especiales, los SEAL, que asesinaron al líder de Al Qaeda y que se supone declarará que encontró material filtrado por Manning y difundido por Wikileaks en la casa de Bin Laden).
El abogado de Manning, David Coombs, en su presentación inicial, afirmó que el soldado, cuando decidió filtrar la información, era un “joven, naif, pero bien intencionado”, e insistió en que divulgó los documentos porque esperaba hacer del mundo un mejor lugar. Subrayó que su cliente es un humanista. Su propósito era revelar información que creía que el público debería escuchar y ver por el bien del país, y no para ser usado por un enemigo.
Afirmó que el soldado, en conflicto tanto por sus experiencias en Irak como por una batalla personal sobre su identidad sexual, decidió que tenía que hacer algo para marcar una diferencia en este mundo, y decidió que parte de la información a la cual tenía acceso debería de ser pública para demostrar la verdadera naturaleza de la guerra asimétrica del siglo XXI.
Todo esto en un juicio que genera controversia por la decisión del gobierno de Barack Obama de buscar la pena más severa y extrema, no obstante que Manning ya ha aceptado su responsabilidad por filtrar los documentos a través de Wikileaks, declarándose culpable de 10 de los 21 cargos que se han presentado en su contra, y que implican una condena hasta de 20 años de cárcel.
El gobierno se rehúso a aceptar un acuerdo para solucionar el caso con base a esa declaración de culpabilidad y decidió proceder con la intención de condenarlo por cargos mucho más severos, incluido el de ayudar al enemigo y violar la Ley de Espionaje, con una condena de cadena perpetua.
Algunos críticos denuncian que con este juicio, el gobierno busca hacer de Manning un ejemplo para congelar a cualquiera que se atreva a revelar información sobre asuntos de seguridad nacional. “Dado que ya se ha declarado culpable de 10 cargos… es difícil percibir la corte marcial al soldado Bradley Manning como algo más que teatro político con la intención de intimidar a potenciales whistleblowers (delatores de acciones posiblemente ilegales o inmorales de sus empleadores ya sea oficiales o empresariales)… El gobierno de Obama intenta aplastar a Manning para intimidar a quienes se atrevan decir a la opinión pública estadunidense algo que el gobierno no desea que escuchen”, acusó el Centro de Derechos Constitucionales (CCR).
Hoy, ante la juez Denise Lind, quien tendrá en sus manos el destino penal de Manning, ambos lados ofrecieron sus definiciones de Manning para sentar las bases de un proceso que se anticipa durará unos tres meses, y en el cual se presentarán unos 150 testigos.
También hubo especulación sobre si el gobierno estadunidense está usando este caso para montar otro contra Wikileaks, en particular contra su fundador Julian Assange. Hoy, el fiscal Morrow argumentó que Manning empezó a bajar documentos de las redes clasificadas antes de lo que él ha confesado, y que hubo una interacción mucho más activa con Wikileaks de lo que él cuenta. De hecho, indicó que Manning tenía contacto directo y mucho más amplio con Assange sobre la selección y entrega del material.
Morrow dijo que en las computadoras de Manning los expertos habían encontrado más de 100 búsquedas de Wikileaks y un archivo con el número de teléfono personal de Assange en Islandia, donde se encontraba en esas fechas. En una web chat con Assange, afirmó el fiscal, Manning había preguntado por evaluaciones de parte del material, y Assange le mostró maneras de revisar bancos de datos de inteligencia sin revelar su identidad.
Según Manning, él inicio la selección de información en enero de 2010, pero el fiscal afirmó hoy que el soldado empezó a colaborar con Wikileaks a finales de noviembre de 2009. Su abogado afirmó que Assange no fue significante como factor en las acciones de su cliente, y declaró que “ Manning no estaba tomando direcciones de Wikileaks”.
Por la tarde, el tribunal escuchó el testimonio de dos investigadores del ejército y del compañero de cuarto de Manning en Irak.
Los medios que ingresaron reportaron que Manning estuvo en silencio y sólo habló brevemente cuando la juez Lind le preguntó que si aún deseaba un juicio sólo ante ella y no ante un jurado. Sí, su señoría, respondió.
A la vez, varios medios nacionales y organizaciones de libertad de expresión denuncian la falta de acceso del público tanto al tribunal como a transcripciones y materiales de este proceso judicial.
Afuera, decenas de simpatizantes hicieron guardia frente a las rejas del Fuerte Meade, en las afueras de Baltimore, entre ellos veteranos de guerra y figuras como el reconocido profesor y filosofo político Cornel West y la coronel retirada Anne Wright.
Para actualizaciones y mayor información, ver Wikileaks en La Jornada.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks
Contacto con el blog: sadimyer@gmail.com

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