jueves, 31 de marzo de 2011

Ni que fuera de esos ninis a la ambigua.

Política cero

Es lo que debe estar diciendo Paco Memo Ochoa ahora que me lo están linchando nomás porque, para salir a buscar balones a media altura, mostró ante Venezuela la misma habilidad que Madero y Los Chuchos para organizar alianzas. O sea, nomás falta que la mexicaniza, que lo ha bajado de categoría, de niño héroe a nini perdido, lo condene a hacer el servicio militar durante tres años en Chihuahua, como de manera tan atinada sugiere el góber marchoso César Duarte.
El problema de los ninis es que están condenados a la incomprensión. Las grandes mayorías, como el señor Duarte, quien no sabe diferenciar a una organización criminal de una ONG especializada en derechos humanos, es que suponen que los jóvenes valores que ni trabajan ni estudian lo hacen nomás por maldad, por joder a la humanidad.
Que en realidad todos los ninis sin amor son unos güevones que no tienen ni oficio ni beneficio, condenados al vicio por causas de vocación por la ociosidad. Y puede que haya algo de verdad, que poco o nada tiene que ver con su condición nini la falta de oportunidades, los escasos espacios escolares, los bajos niveles de desarrollo y la certeza de que el futuro que les espera, gracias a la operación de gobiernos de todos los colores en general y calderónicos en particular, que los han visto de manera clientelar, es tan alentador como el paisaje idílico de un tsunami.
Duarte me recuerda a Joaquín Pardavé en La familia Pérez, donde después de poner en orden a su esposa controladora, reencauzar la vida de sus hijas por la senda del bien y pagar todas sus deudas, y para rematar previene a su desbalagado hijo —nini primigenio de los años 50— que lo enviará al Colegio Militar para que se haga gente decente.
Claro, en esos tiempos no había zetas que luego los reclutan…
Como quiera que sea, y ya que está en su papel de salvador de ninis perdidos, Duarte podría hacernos el favor de explicarnos cómo es que Succar Kuri, ese conocido depredador resguardado por poderes políticos de góbers preciosos y villanos reventones como Kamel Nacif, nomás recibió una sentencia de 13 años por sus ejercicios acomedidos de feligrés de la iglesia del padrote Maciel.
Pederastas y pornógrafos infantiles deben estar de plácemes: un mendrugo de castigo por una marranada que debería condenarlos a ser prisioneros en las mazmorras de Kadafi.
Pobre Paco Memo Ochoa, lo están linchando peor que a Cecilia Romero, casi como si él hubiera sugerido que Jelipillo quiere, haiga sido como haiga sido, la alianza PAN-PRD en el Edomex.
Al cancerbero nomás falta que el echen la culpa de lo que ni la Romero quiso hacer por los migrantes centromericanos. Chale.
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