martes, 26 de octubre de 2010

La Crisis Política en la Universidad de Guadalajara. XVIII.



LA CARTA CONFESION DE ALVARO RAMIREZ LADEWIG.

Por José Dolores Mártir.


La carta que suscribió Alvaro Ramírez Ladewig, el día 1o. de agosto de 1989, denunciando la traición de Raul Padilla, no solamente a su liderazgo, heredado del Lic. Carlos Ramírez Ladewig, sino también a los principios que la Universidad había aprobado en su Declaración de octubre de 1973, en la Primera Jornada de Ideología Universitaria, y por todo ello, una traición también a las ideas que animaron a su propio padre, que se auto inmoló en presencia de su propio hijo, vista en la perspectiva del tiempo, se quedó corta en sus críticas condenatorias respecto del fariseísmo y la corrupción dentro de las cuales Raul Padilla, cultivaría sus ambiciones personales y su irrefrenable sed de poder económico, social y político, usando la plataforma universitaria y la corte de aventureros, oportunistas, cómplices y secuaces de las más variadas calañas que gozozamente se incorporaron a las tareas predadoras presupuestales del tesoro universitario. Raul Padilla trazó una amplia estrategia de infiltración en todos los partidos políticos de la Entidad, llevando sus relaciones hasta las más altas esferas de algunos de estos instrumentos políticos, siempre dentro de la intención de abonar terrenos para favorecer una eventual candidatura a gobernador, al amparo de cualquiera de las siglas políticas existentes. Conociendo los antecedentes de Raul, desde que era mi alumno en la Preparatoria Nocturna "José Parres Arias", advertí en innumerables ocasiones al Ing. Alvaro Ramírez, sobre los riesgos que implicaba la elección de Padilla López como Rector de la segunda universidad del país. Le proporcionaba datos, hechos, conductas, etc. sobre la personalidad complicada y turbulentamente mental de Raúl, y las cosas que podrían pasar, si llegase a salirse de su control como líder. Una y otra vez le insistíamos sobre tales riesgos, sin que tales comentarios y resistencias encubrieran la intención de favorecer cualesquiera otra candidatura. Pero todo fue inútil. Alvaro se aferró a la idea de cumplir los deseos del desaparecido Lic.Carlos Ramírez Ladewig, que había manifestado su propósito desde mucho tiempo atrás, de hacer de Raul Padilla López, hijo de Raul Padilla Gutiérrez, amigo personal de Carlos Ramírez, presidente de la FEG primero, y luego Rector de la Universidad de Guadalajara. Contra esto, no había razonamiento alguno que adquiriese el peso político necesario para hacerlo cambiar de ideas y de planes. Alvaro se mostraba con una cabeza muy cuadrada, terca e impermeable a todo razonamiento en favor de cualquier idea diferente a las suyas en torno a una decisión con antelación tomada. No variaba ni un milímetro sus puntos de vista. Había otros casos de elementos estudiantiles o administrativos que cometían errores, indisciplinas, excesos y abusos, que merecían castigos o, en el mejor de los casos, una severa llamada de atención. Pedíamos una charla con Alvaro en algún restaurante o en la casa de alguno de nosotros para exponer el caso. Alvaro escuchaba, pero previamente desconectaba sus neuronas para no sentirse influído por el asunto expuesto, para finalmente contestar: "¡Fulano, al que ustedes vienen acusando, de esto o de lo otro, es un excelente muchacho y cuenta con todo mi apoyo! Y si por alguna de estas razones que me han expuesto, ese muchacho sufre presiones u hostilidades de parte de ustedes, entonces ¡aténganse a las consecuencias!"... Esa era la interpretación "democrática" que Alvaro le daba a los asuntos relacionados con acusaciones en contra de gente que él consideraba leal a su liderazgo. No alcanzaba a distinguir a quienes le eran leales en realidad, de aquellos que solamente simulaban serlo para recibir como premio cargos y representaciones estudiantiles, administrativas y políticas. Su inexperiencia política se hacía tan evidente, que muchos abusaban de ello para obtener ventajas e impunidades conductuales. Frente a las denuncias de tales irregularidades, la respuesta invariable era: "-¡Fulano cuenta con todo mi apoyo!"... Frente a estas circunstancias, imagine el lector el dolor y la impotencia dramática de Alvaro, cuando Raul Padilla López, decidió salirse del huacal "alvarista" para construir su propio liderazgo. Por eso es tan importante conocer el texto de la carta que Alvaro Ramírez, dirigió a sus "compañeros" universitarios, para denunciar la traición de su ex-protegido. El texto decía así:

COMPAÑEROS UNIVERSITARIOS

Desde 1948, que ingresé a la Universidad de Guadalajara, he participado en su vida con cariño y preocupación por su desarrollo al servicio del pueblo.

En 41 años, he visto distintos momentos en que los enemigos de la Universidad, han querido destruirla o desviarla de los objetivos que se plantea desde su nacimiento, expresada por Enrique Díaz de León.

Mi hermano Carlos, durante largos años, fue uno de los principales constructores de nuestra Universidad. A su muerte, la vida me impuso nuevas responsabilidades en mi Universidad, que acepté por mi voluntad y por la exigencia de algunos universitarios convirtiéndome así, sin pretenderlo, en uno de los principales responsables de que nuestra institución mantuviera sus ligas con el pueblo y sus principios revolucionarios.

Mi intervención en la Federación de Estudiantes de Guadalajara y otras organizaciones de la Universidad jamás tuvieron un interés personal, y sí, la idea de que la Universidad de Guadalajara se mantenga en el camino de la ciencia, el interés de los trabajadores y en la defensa de la soberanía de nuestra patria.

Con este interés fuí el principal promotor de la candidatura del actual Rector de la Universidad de Guadalajara, por su desempeño como Jefe de un Departamento de la Institución. DESGRACIADAMENTE ME EQUIVOQUE. EN VEZ DE ATENDER SUS FUNCIONES DE RECTOR, PARTICIPA EN LA VIDA INTERIOR DE LAS ORGANIZACIONES DE LOS ESTUDIANTES, DE LOS TRABAJADORES Y MAESTROS, EN FUNCION DE SUS INTERESES PERSONALES Y AL MARGEN DE LOS ALTOS INTERESES PRESENTES Y FUTUROS DE LA UNIVERSIDAD. CON EL SLOGAN DE LA "EXCELENCIA ACADEMICA Y LA VIDA DEMOCRATICA" SE PLANTEA LA IDEA DE HACER UNA UNIVERSIDAD ELITISTA, DE ESPECULACION PERMANENTE, AL MARGEN DE LOS TRABAJADORES Y SUS HIJOS, QUE NO TIENEN LA POSIBILIDAD, POR SU POBREZA, DE PARTICIPAR EN DICHA " EXCELENCIA". ESTA ES LA POLITICA DE LAS FUERZAS REACCIONARIAS EN TODAS LAS UNIVERSIDADES MEXICANAS, HOY EN DIA.


Nuestra Universidad vive luchas que nunca había sufrido; no son las fuerzas externas las que nos han dividido, son las desviaciones internas, las deslealtades, las que nos han roto la unidad histórica de los universitarios. LOS ENEMIGOS EXTERNOS SE APROVECHAN PARA TRATAR DE CAMBIAR, EN FAVOR DE LA DERECHA, LA VIDA DE NUESTRA UNIVERSIDAD. ESTO ES LO QUE DEBEMOS EVITAR.

El Rector se ubicó políticamente en la designación de los funcionarios, en el ataque a diferentes directores de las escuelas, en su intervención en las sociedades de alumnos y fundamentalmente en su intervención directa en el sindicato de los Trabajadores y la Federación de Profesores Universitarios.

A sus incondicionales los promueve como dirigentes del Sindicato y de la Federación de Profesores, no importándole si están o no calificados. Los recursos de la Rectoría se utilizan al servicio de la presión, del chantaje y de los intereses mezquinos.

Debemos decir la verdad, porque estamos en un proceso que pretende cambiar el rumbo ideológico y el carácter popular de nuestra Universidad. La Universidad está en los últimos meses, en una inmobilidad administrativa y académica, que puede agravarse si los verdaderos universitarios no nos unificamos para detener esta actitud irresponsable e irracional del Rector. Muchos hemos sido sorprendidos por él, pero los hechos son la única verdad.

Durante muchos años, el ahora Rector trabajó para colocar sus piezas estratégicamente en toda la vida universitaria; nos engañó, pero hoy sus ambiciones no pueden ser más importantes que nuestra Universidad y su historia.

Todo esto, lo ubica fuera de principios elevados y como parte de una conspiración reaccionaria en nuestra Universidad.

Llamo a los universitarios a meditar serenamente sobre estos hechos, a no permitir que la irresponsabilidad se imponga sobre la vida de nuestra Universidad. Llamo a reencauzar la vida universitaria, a defender los intereses de los estudiantes, de los trabajadores, de los maestros, del pueblo y de la nación mexicana.

Los saluda con afecto y respeto.

ING. ALVARO RAMIREZ LADEWIG.
Guadalajara, Jal., 1o. de agosto de 1989.


En base a las circunstancias y detalles de esta primera guerra intestina en el medio universitario; al peso ideológico y político de los adversarios y a la ventilación pública a la que fueron sometidas un sin fin de irregularidades, deshonestidades, abusos y hechos delictivos de conocidos cuadros universitarios de uno y de otro bando, hoy podemos prever algunos resultados de la actual confrontación en esta segunda guerra intestina entre padillistas y briseñistas. En aquella pugna, salieron a relucir algunas pillerías de Félix Flores Gómez, presidente del Club de Futbol de Los Leones Negros de la U. de G. De un hermano de Horacio García Pérez, que había sido nombrado director de la Preparatoria de Puerto Vallarta, y que a los seis meses ya había comprado casa propia en el Puerto, carro del año, etc. En una conversación con Rodolfo Gutiérrez Zermeño, en el Departamento Escolar, me mostró el altero de cheques que el hermano de Horacio había cobrado y que pertenecían a empleados y profesores fantasmas, según me dijo. Asimismo, se hizo público, de qué manera se estaba manejando la Unidad de Producción e Investigación de la U. de G. de La Cofradía (en la periferia de la ciudad) que, como vasallos de un monarca, diariamente le hacían llegar a la casa de Horacio y de sus allegados, tinas y tinas de carnes y quesos, como tributo. Por eso escribí un artículo en la Revista "Diez", bajo la dirección de Hermenegildo Holguín Reza, que titulé: "El gobernador amarra navajas", una crítica a los dos bandos de rijosos, diciendo que no podía poner las manos en la lumbre por ninguno de los bandos en pugna, dado que ambos habían sido paridos por la misma madre, (o padre, si usted gusta llamarle así, estimado lector): el sistema corporativo predominante en el seno de la Universidad, derivado de la militancia priista de la mayoría de los jeques universitarios. Tan malo era el pinto como el colorado. Y lo mismo podemos decir de los que protagonizan la crisis actual del medio universitario. La asquerosidad humana y política de Carlos Briseño, no se sonroja frente a las virtudes que le achacan a Raul Padilla, sus seguidores incondicionales inscritos en la nómina con jugosos salarios. Los universitarios mereceríamos otro tipo de dirigentes, si hubiéramos hecho algo concreto para construir una verdadera opción política administrativa y cultural para dirigir a la Universidad. Pero el sistema corporativo, ya detalladamente expuesto en capítulos anteriores, dificultaron al máximo una tarea de tal envergadura. Podríamos seguir señalando también más ejemplos de corrupciones entre los dos bandos de entonces y de hoy, en la lucha intestina de nuestra universidad, pero esa nota roja fue relevantemente cubierta por los medios informativos y nada de eso sirve para documentar nuestro optimismo, como podría decir el escritor Carlos Monsivais.

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