viernes, 15 de octubre de 2010

Organización democrática, unidad y fe salvaron a los mineros en Chile


Redacción/Notimex | 15 de Octubre, 2010 - 08:21

“Hay que hablar con la verdad y creer en la democracia”, dijo a periodistas el jefe de turno y líder de los trabajadores atrapados, Luis Urzúa, un experimentado minero de 54 años, casado y padre de dos hijos, que fue el último en abandonar el encierro.
Gran labor realizaron los rescatistas de los mineros atrapados. Foto/AP
Gran labor realizaron los rescatistas de los mineros atrapados. Foto/AP
Santiago.- Los 33 mineros que permanecieron 70 días atrapados en un yacimiento del norte de Chile sobrevivieron por una organización democrática que todo lo resolvía por votación, férrea unidad y una profunda fe, revelaron algunos de ellos.
"Hay que hablar con la verdad y creer en la democracia", dijo a periodistas el jefe de turno y líder de los trabajadores atrapados, Luis Urzúa, un experimentado minero de 54 años, casado y padre de dos hijos, que fue el último en abandonar el encierro.
Con sus gruesos lentes oscuros para evitar que la luz dañe sus ojos luego de permanecen más de dos meses en la penumbra, Urzúa, quien aún permanece hospitalizado, dijo: "Éramos 33 hombres, así que 16 más uno era la mayoría".
"Siempre decidimos las cosas de forma democrática, fuimos un grupo muy organizado y Luis Urzúa nos lideró muy bien", señaló por su parte José Henríquez, de 53 años, un evangélico que se transformó en el líder espiritual y brindó apoyo psicológico a quien lo necesitaba.
"Fui un producto de esa organización, me tocó ser el líder espiritual para los muchachos. Traté de acercarme a ellos para que conocieran la palabra del Señor. Ellos se sintieron apoyados por mí", expuso.
"Estábamos ansiosos después de tantos días allá abajo. Oramos todos juntos antes de que comenzara la operación de rescate, sabíamos que todo iba a salir bien, pero igual había mucha ansiedad. Tuve que hablar mucho con mis compañeros para que todos estuviéramos calmados", añadió.
El ex futbolista profesional y seleccionado chileno preolímpico Franklin Lobos relató que la unidad fue fundamental para enfrentar el difícil reto de sobrevivir atrapados a 622 metros de profundidad, con poca agua y alimentos.
"Sin conocer a mucha gente de los que estaban trabajando en este momento que quedamos atrapados, supimos unirnos y fue lo más importante", dijo.
"Nos unimos en los momentos difíciles, cuando no había nada, cuando teníamos que tomar agua que no era para tomarla. Nos unimos cuando no había comida, cuando había que comerse una cucharadita de atún porque no había más", abundó.
La fase final de la operación "San Lorenzo" destinada a traer a la superficie a los 33 mineros que permanecían atrapados desde el 5 de agosto comenzó la noche del martes y concluyó 24 horas después, con todos ellos en la superficie.
Este viernes, tres de ellos amanecieron en sus casas, tras haber sido dados de alta en la noche del jueves, y el resto continúa sometido a exámenes en el Hospital de Copiapó, a unos 800 kilómetros al norte de Santiago, de donde saldrán en las próximas horas

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