Editorial Díario Libertad

De la Traición a la Patria.

Podrán decir misa los legisladores de allá del otro lado del río Bravo; o manifestarse verdaderamente “alarmados” por la venta de armas de uso exclusivo de los ejércitos.  Mismas que están llegando a manos de los narcotraficantes mexicanos.
Y podrán decir los de aquí que la Iniciativa Mérida es una limosna (que sí lo es)  como acaba de declararlo el no siempre oportuno Vicente Fox.  Pero lo único cierto son los hechos que hablan por sí solos.
Y es que los norteamericanos están armando, tanto al Gobierno para que peleé con los narcotraficantes, como a los cárteles de las drogas para que peleen contra las fuerzas del Gobierno.
Como lo prueba el operativo “Rápido y Furioso”, que no tiene mucho que envidiarles a las acciones que hace años tomaron con los Irán-Contras a los que les cambiaban armas por droga.
En otras palabras podría decirse que no es nada nuevo para los yanquis.  Es su forma de actuar.  El problema es que ya conociéndolos todavía nuestros políticos les siguen el juego.
Y esas son verdaderas tiznaderas que ninguna otra nación que se precie de respetarse a sí misma, podría soportar sin correr a los embajadores y romper relaciones; pues es un claro intento por desestabilizar al País.
Pero aquí don Felipe, entretenido en disfrazarse de estudiantina para estar acorde con los egresados de Stanford, a donde fue a pronunciar “modestos” discursos interrumpidos por el vuelo de avionetas (en realidad solo fue una, pero le dio mucha lata) no se da por enterado y continúa entregándoles el País a los extranjeros.
¿Qué eso no se llama Traición a la Patria?