Molesta a federales la llegada a Juárez de Javier Sicilia

08/06/2011 - 03:20

Por: José Luis Elias García

La llegada del periodista y poeta Javier Sicilia, quien acompañado por un numeroso grupo de activistas, tanto él, como algunos de ellos, familiares de víctimas de la violencia provocada por la “guerrita” de Felipe Calderón, ha causado gran escozor entre los elementos de la policía federal, pues con el ridículo pretexto de que buscaban a una narco menudista, la noche del domingo pasado, sin orden de cateo elementos de esta corporación, entraron a las oficinas del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, que por palabras de uno de sus integrantes, el sacerdote Oscar Enríquez, es uno de los coordinadores del evento que realizará la Caravana por la Paz con Justicia y Libertad en esta ciudad los días nueve y diez de junio, para firmar el Pacto por la Paz Nacional.


Pero no puedo evitar preguntarme: ¿Qué mensaje pretende dar Felipe Calderón con este cobarde acto delictivo de parte de los federales?

¿Amedrantar a los juarenses al sacerdote Oscar Enríquez y a los juarenses para que no asistan?

¿Amedrentar a Javier Sicilia y sus acompañantes para que no vengan a Ciudad Juárez?

A todos ellos les digo lo siguiente, parafraseando al Noble Hidalgo Don Quijote de La Mancha: “Los Perros ladran Sancho, entonces avanzamos”

La caravana que encabeza Sicilia, partió de Cuernavaca, Morelos y ha hecho presencia en varias ciudades en diferentes estados de la República.

Por cierto, el propietario de un canal de televisión en esta frontera, en uno de sus programas denostó el activismo de Javier Sicilia, así como a algunos  de los organismos no gubernamentales locales que presuntamente acompañarán a este activista en su visita.

Es cierto que algunos de estos organismos quieran agarrarse de un chorro de agua para llevar agua a su molino aprovechando este evento, pero no es justo generalizar como lo hizo este “comprometido y mercenario comunicador de la televisión”, que muy posiblemente invite al poeta a una entrevista, porque así es de arrastrado. Además por su necesidad de mantener su decaído rating.

Pero volviendo al malestar de los federales. Lo curioso del caso es que aparte de buscar en el interior de las instalaciones, se dieron tiempo para esculcar en escritorios, revolvieron los archivos, en las computadoras, rompieron cristales de las ventanas y otras lindezas de las que acostumbran estos barbajanes.

Estos energúmenos, que a pesar de las declaraciones oficiales de que sus acertadas actuaciones están contribuyendo para la disminución de las ejecuciones y demás delitos en esta ciudad, no tienen ninguna aceptación de parte de los juarenses. Al contrario, algunos han sido señalados como que son en gran medida los que participan en estos delitos.

Miente el gobierno federal al asegurar que por sus acciones efectivas, los crímenes han disminuido. Lo que pasa es que los sicarios quizá agotados por tanto trabajo, a veces se toman un relax, o bien se van a asesinar personas en la capital y sur de Chihuahua, para luego volver a las carga con mayor intensidad y seguir con sus crímenes impunemente.

Hace unos días me llegó un correo, en el que me informaban que en el interior de las instalaciones de un conocido balneario de esta localidad, tienen establecida una casa de seguridad, que por la noche se escuchan gritos y lamentos de personas que probablemente son torturadas, que incluso los han visto sacar bultos en bolsas negras, que muy seguro no es basura, en las que posiblemente llevan cuerpos de personas con las que se les pasó la mano o definitivamente ejecutaron, y no para llevarlos al SEMEFO, sino para tirarlos en algún solitario, para luego llegar, cercar la escena del crimen con sus listones amarillos, porque su capacidad, si es que la tienen no da para más.

Nada menos el día de hoy, unas personas declararon a un medio televisivo, que antes de que fuera encontrado un cuerpo humano inerte y torturado en un lugar de poco tránsito vehicular, se vieron unas unidades de la policía federal.
Esas son las manos en las que los irresponsables y cobardes gobernantes locales, pusieron la seguridad e integridad de los juarenses.

Todos estos  desmanes federales suceden porque sus superiores o bien están en el ajo, o no tienen ningún control sobre ellos. Impunemente se pasan semáforos en alto, provocando choques entre ciudadanos comunes y corrientes, algunas veces destrozando sus vehículos y las costosas patrullas que han sido pagadas por los contribuyentes. De igual manera irrumpen en domicilios sin orden cateo, se roban lo que encuentran a su paso, etc., etc.

Esa puede ser la razón que muchos de ellos han sido ejecutados, como el que asesinaron en compañía de su esposa la semana pasada por el boulevard Norzagaray  en la colonia Altavista de esta ciudad.

Pero esto sucede principalmente porque los juarenses hemos tolerado la irresponsabilidad de parte del presidente municipal Héctor Murguía Lardizábal, al no garantizar la seguridad pública en la ciudad. Eso sí la mayoría han sido muy dóciles para pagar el impuesto predial por adelantado, cuyo monto paga prioritariamente el inexistente servicio de prevención de la delincuencia.

No hemos sido capaces de unirnos para hacer este reclamo, muchos juarenses pretextan que para qué meterse en problemas.

¿Acaso la niña que resultó muerta por una bala perdida la semana pasada se metía en problemas?
No ciudadanos juarenses, si seguimos indolentes ante esta tolerada situación, lo más seguro es que como ha sucedido en cientos de ocasiones, si metamos en problemas a nuestras familias, porque no van a tener para sepultarnos.

Está muy bien que Javier Sicilia y sus acompañantes estén en esta ciudad, tienen todo el derecho de manifestarse en donde lo estimen necesario. Aquí, como es costumbre juarense, deberán ser solidaria y respetuosamente bien recibidos por la gente de bien, aunque le parezca mal al “Teto” Murguía.

Invito a todos para que participemos multitudinaria y decididamente en este evento, pero también, que al hacerlo, no lo hagamos como un ejercicio de catarsis que nos alivie un poco la tensión que padecemos, para después de unos días seguir con la acostumbrada negligencia y tolerancia, más aún, con nuestra vergonzosa cobardía.

¿Pero es necesario que vengan personas de otros estados para que despertemos, dónde está la gente bravía, honesta y decidida que dio lugar para que nuestra Ciudad Juárez fuera considerada Custodia de la República y Refugio de la Libertad? La punta de lanza que ha sido el parte aguas en muchas ocasiones históricas.

¿Qué nos pasa hoy amigos, amigas juarenses?

¡Hagámonos cargo de nuestra ineludible responsabilidad ciudadana! Forzar a los gobernantes para que actúen con honestidad y verdaderamente gobiernen, justificando sus elevados sueldos y prerrogativas.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Junio 7 del 2011.