La Cicciolina, Moreira, El Peje, Marchelo y Dorian Gel

Jairo Calixto Albarrán

Cuando Humberto Moreira, ese campeón de las finanzas y el nepotismo pando, declara que el único contrincante con empaque para darle batalla a Peña Nieto es López Obrador, es como cuando el jugador más caro de México, Cristian Benítez, afirmó que los Pumas son mejores que el América: nomás quieren destantear al enemigo. Ganar tiempo, distraernos de las cosas verdaderamente fundamentales como las gemelas recién nacidas del Chapo, que con ello le pone la cereza en el pastel de celebración de sus 10 años fuera del tambo. Y de paso contribuir al caos y al desorden. Cosa que ha conseguido don Humbeto con creces, no sólo por el reguero de hígados perforados que dejó entre los opositores (bueno, hasta El Peje lo castigó con el látigo de su desprecio),
sino por las secuelas desatadas entre la propia tropa priista que al escuchar a su líder se quedaron desconcertados. Sobre todo porque para acabarla de amolar, fue el mismo día en que Dorian Gel tuvo que reconocer ante pregunta expresa de Ciro Gómez Leyva, que The Economist tenía razón y que sus cifras de asesinatos en su gobierno mentían. Claro, él explicó que se trataba de un problema metodológico (de metodologías bienintencionadas está tapizado el camino del infierno de las encuestas), pero que a pesar de la mentirijilla, él es el candidato que México esperaba.
Esto ponía a las fuerzas vivas a parir chayotes, sobre todo porque para los choznos de don Plutarco, que forman parte de esa clase de paranoicos al revés que creen que todo el mundo los quiere, esto no estaba en la terapia de autoayuda que les habían vendido.
Lo que me extraña es que Jelipillo, que anda en todo, pero en especial en misa, no se haya metido en la discusión sobre la superioridad electoral de AMLO según Moreira, que trae a los aspirantes de su partido vueltos locos. Si ya hasta opinó desde las profundidades de su espíritu medievalista sobre el derecho a decidir y el aborto para presionar a la Tremenda Corte, no me extrañaría que también tuviera algo que decir sobre el regreso de la Cicciolina a la palestra política, esta pornstar que fundará un partido “optimista-futurista-antimilitarista-anticorrupción” en la muy decadente Italia de Berlusconi y su afición al bunga-bunga.
Si ella vuelve, que regrese también La Tigresa.
El único tema donde, supongo, no meterá su ¡¡¡fuuuaaa!!!, es el del padrote Maciel, cuyos últimos y tremebundos días están siendo evocados en MILENIO Televisión. Un personaje siniestro al que, como dice el gran Adolfo Díaz de La Afición, mejor conocido como Juan Rufo, nomás le faltó violarse a sí mismo para abusar del niño que todos llevamos dentro.
Why?
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