PLAZA LIBERACIÓN

◗ Entre autoridades te veas ◗ Asquitos oficiales ◗ Pintando su raya

ENTRE AUTORIDADES TE VEAS

La Secretaría de Administración del gobierno estatal negó al diputado local perredista, Raúl Vargas López, información sobre la contratación del seguro de desastres que hizo el Poder Ejecutivo en 2010.

La respuesta de la unidad de transparencia de la Secretaría de Administración fue que no podía darle la información ya que la había requerido “en su carácter de autoridad”.

Apenas hace unos días el Instituto de Transparencia del Estado resolvió a favor del alcalde de Tlaquepaque, el priísta Miguel Castro Reynoso, quien había solicitado información sobre el crédito de mil 500 millones de pesos para seguridad contratado por el gobierno del estado.

ASQUITOS OFICIALES

El cochinero que brotó en la Villa Panamericana anda salpicando a todo mundo en los círculos oficiales. Las autoridades estatales tratan de no moverse mucho para no salir embarrados y es que el asunto huele muy mal. Tanto que hasta al gobernador Emilio González Márquez de nueva cuenta ya le dio asquito y le hizo cara de fuchi a las preguntas de los reporteros. El máximo promotor de los Panamericanos, el que se montó en los Juegos para pasearse por todo el país aprovechando de paso para promoverse, se quedó callado.

Parece que el asunto de los drenajes colapsados salió destapado y con premio: a la Villa Panamericana, esa de los departamentos que se supone que todo mundo se pelearía por comprar, le pasa lo que a las heces fecales, que entre más le mueven más apesta.

Este oloroso problema le tronó en las narices a los organizadores, pero las preguntas de fondo son: ¿qué otras instalaciones hechas al vapor irán colapsando?, ¿quién estará revisando, ahora sin Panamericanos, los inmuebles para hacer los remiendos y correcciones necesarias?, ¿en qué condiciones y con qué auxilio estarán compitiendo los atletas de los Parapanamericanos?, ¿quién va a inspeccionar las instalaciones y quién va a realizar una investigación a fondo para deslindar responsabilidades?, ¿qué garantías tiene el gobierno del estado para obligar a los desarrolladores a enmendar las malhechuras?, ¿cuánto costarán las reparaciones y quién va a pagar por ellas?

Lo único que podemos aventurar ahora es que no será el gobernador el que responda las interrogantes.

En el Congreso del Estado ya levantaron la voz algunos legisladores para pedir que se investigue, aunque para el caso que les hacen en el gobierno del estado, no servirá para mucho, y si no, hacen una investigación con el único pretexto de proteger a los responsables. Por su parte la Proepa, como siempre, busca andarse por las ramas para no tener que meter las manos al cochinero.

Los antecedentes ahí están. ¿Recuerdan el paso a desnivel de Las Rosas donde tronó el colector y tuvieron que hacerle trabajos de reparación por más de 100 millones de pesos? Es hora de que todavía no nos dicen quién tuvo la culpa: la Secretaría de Desarrollo Urbano, los constructores o de plano ya mejor le delegamos la responsabilidad al Espíritu Santo.

PINTANDO SU RAYA

El alcalde de Tlajomulco de Zúñiga, Enrique Alfaro, ya pintó su raya y anticipó el escenario que se viene para su proyecto político que no es sino pegar el brinco a otro partido.

Al decir a los medios que sólo será candidato de una izquierda unida parece que en realidad está planchando el camino para luego argumentar que no se dieron las condiciones y buscar el respaldo de otro partido político en su búsqueda por la candidatura a la gubernatura. No es que le interese ser candidato de varios partidos, parece que es más bien una estrategia para curarse en salud y justificar el brinco a otra institución, así sea de derecha, para reposicionarse. La estrategia de victimización le ha funcionado, aunque quizá eso no le alcance para sus fines.

Alfaro seguirá con su plan mientras se sigue madrugando a los alcaldes priístas de Guadalajara y Zapopan, pues cuenta con la complicidad de Miguel Castro, de Tlaquepaque, retándolos con el asunto de la metropolización y la creación de un instituto. Su propuesta de marcar la agenda en el asunto no tiene pierde: si le hacen caso, él se cuelga la medallita; si no le hacen caso, dirá que faltó voluntad política, que los otros alcaldes son los malos malísimos que no quieren el progreso y que por él no quedó. Él hace su chamba, no es su culpa que los otros presidentes municipales se queden dormidos. La pregunta es: ¿para qué le alcanzará eso?

plazajornada@gmail.com