EPN: los millones de pesos que usó de catapulta

 Por: Redacción / Sinembargo

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No es difícil comprender, a la luz del estudio publicado por las organizaciones Artículo 19 y Fundar, las razones por las que el priísta Enrique Peña Nieto lideró “de calle”, por casi tres años consecutivos, todas las encuestas rumbo a la elección presidencial del 1 de julio próximo.
El estudio plantea que, sólo en 2005, el entonces gobernador del Estado de México y actual precandidato único del PRI a la Presidencia de la República, gastó en publicidad oficial 6.9 millones de pesos y, cinco años más tarde, su inversión en esa materia subió hasta los 128 millones de pesos.

Es decir, los recursos destinados por Peña Nieto a la difusión de sus logros sexenales como mandatario del Edomex creció 1,335%, recursos que en su mayor parte se destinaron a Televisa y TV Azteca.  Artículo 19 y Fundar realizaron este estudio basados en el gasto realizado por los gobiernos de los 31 estados y el Distrito Federal en materia de comunicación social y publicidad oficial de 2005 a 2010.

Con esa millonaria coraza, la popularidad de EPN se mantuvo incólume durante todo ese tiempo hasta que, el 3 de diciembre pasado, en una presentación abierta en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el ya para entonces precandidato registrado en el PRI, evidenció sus carencias intelectuales e incluso su falta de dominio para dar la cara en público, al no poder mencionar ni los nombres ni los autores de tres libros que hubieran marcado su vida.

De ahí en adelante, lo hemos visto todos –incluso con pena ajena–, Peña Nieto se ha tropezado una y otra vez al responder sobre cosas comunes, en terreno abierto y sin la protección y la imagen que le habían dado las televisoras.
El resultado de esas carencias es una tendencia a la baja en las encuestas que, a estas alturas, ya tiene encendidas las alarmas en su cuarto de guerra y en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, pues la amplia y cómoda ventaja que mantenía aún en octubre pasado sobre Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador se ha diluido. Algunas encuestas lo sitúan apenas 10 puntos arriba de la panista y a 16 de AMLO, lo que significa que está ya “a tiro de piedra”.

Los millones de pesos en difusión rindieron sus frutos y le sirvieron para catapultar su candidatura a la Presidencia. Pero ahora, a cinco meses de las elecciones, su imagen ha cambiado: ya no es más el modelo de hombre poderoso, guapo, joven e inteligente que la televisión creo. Es, simplemente, el precandidato del PRI que tiene muchas carencias intelectuales e incluso morales, por todo el tema de su deslealtad y sus hijos fuera del matrimonio.

Denisse Dresser, analista de SinEmbargo.mx, describe las flaquezas de Peña Nieto de la siguiente forma: “Es un político rígido, poco hábil para improvisar. Cuando se sale del script, resbala, por eso sus asesores se lo tienen prohibido”.

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¿Cómo que la deuda de Coahuila es información “reservada”? ¿Cómo reservada si es dinero público?, se preguntó ayer, con toda razón además, el senador panista, Fernando Elizondo Barragán, en su natal Monterrey, Nuevo León.
“Todo endeudamiento tiene que estar autorizado por la legislatura, en Coahuila se contrató mucha deuda sin la autorización del Congreso y no se sabe a donde fue a parar por que es información ‘reservada’, ¿cómo reservada si es dinero público?”, planteó el también ex titular de la Secretaría de Energía, al presentar una ponencia sobre el tema “Reforma para Regular el Endeudamiento del Estado y Municipio”.
Como se recordará, el pasado 30 de noviembre de 2011, se determinó que las condiciones en que se fraguó el llamado “moreirazo”, que disparó la deuda de Coahuila hasta en 9 mil 800% entre 2005 y 2011, a través de la falsificación de documentos oficiales y prácticas irregulares, se conocerán hasta 2019.
Ese día, sin citar un argumento legal directo, la Auditoría Superior del Estado de Coahuila reservó por ocho años la información contenida en la cuenta pública de 2010, al responder a una solicitud de información vía transparencia presentada el 31 de octubre de 2011.
Em 2005, cuando inició el sexenio de Humberto Moreira Valdés, también ex presidente nacional del PRI, Coahuila tenía un endeudamiento de 323 millones de pesos (23,2 millones de dólares), pero en agosto pasado se reveló que el montó saltó a más de 32 mil millones de pesos (unos 2 mil 320 millones de dólares), de la que una tercera parte es de corto plazo.
La “reserva” de esas cuentas públicas, que se conocerán hasta 2019, un año después de que el sucesor de Humberto Moreira, ni más ni menos que su hermano Rubén Moreira Valdés, concluya su mandato como gobernador de Coahuila.
Por eso la pregunta del senador Elizondo Barragán tiene lógica, más aún en el marco de un endeudamiento que ha puesto en riesgo la viabilidad financiera de las instituciones y de los coahuilenses: “¿Cómo reservada si es dinero público?”. Al hermano menor, Rubén, le toca responder…

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La peor crisis de seguridad en la historia de México, como la ha calificado la ONU, se trasladó este sexenio, por lógica, a los reclusorios de todo el país, con una sobrepoblación sin precedentes, endebles medidas de vigilancia, corrupción y abuso de los derechos humanos, entre otras muchas carencias.

Tras el reciente asesinato masivo de 44 reos y la fuga de 30 de ellos en el Penal de Apodaca, en Nuevo León, el propio presidente Felipe Calderón Hinojosa reconoció que el país vive una crisis en el sistema carcelario en algunas entidades del país, como Tamaulipas y Nuevo León, pero, eso sí, ya se construyen nuevos reclusorios y la mayoría estarán listos este mismo año.
También el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré Romero, reconoció otra realidad: que cerca de 70% de los reos federales están recluidos en cárceles estatales, aunque prometió que al final de este sexenio –es decir, en nueve meses–estarán listos ocho nuevos centros penitenciarios con lo que se atenderá el rezago.
Sin embargo, el titular de la Segob no precisó –como tampoco lo hizo hace una semana con las cifras de muertos y desaparecidos en la guerra contra el crimen organizado– la el número exacto de los reos federales que aún no cumplen sentencia en centros de ese nivel: “cierto número” de reos federales están en cárceles estatales, dijo Poiré Romero, quien en cada conferencia de prensa pasa aceite para poder responder a las preguntas de los reporteros.
Al final, lo cierto es que la sobrepoblación y las malas condiciones de seguridad en los centros penitenciarios tampoco fue una previsión que se tomó al arrancar la estrategia de guerra. En eso tampoco se pensó, y ahí están las fatales consecuencias de los últimos cinco años.