viernes, 22 de junio de 2012

EL DECÁLOGO DE LOS NEGOCIOS.

BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Viernes 22 de junio del 2012.


Ante la guerra de encuestas, sobre el llamado puntero de la carrera por la silla presidencial; este reportero se ha ido a fondo, hurgando, escarbando e investigando, la verdad de la cercana relación, del ex gobernador del estado de México y el empresario Emilio Azcárraga Jean, propietario de Televisa.
Enrique Peña ya encarrerado por su proyecto presidencial, lleva a cabo tres visitas a las oficinas de Televisa; la primera fue el 14 de mayo del 2011, después el 8 de agosto y la última el 20 de noviembre del mismo año.

Llegar hasta el presidente Emilio Azcárraga no era nada fácil, se dice que EPN llegaba hacer largas antesalas en cada cita… tenía que esperar de cuatro a cinco horas. El candidato traía siempre consigo un portafolio gris oscuro, en donde guardaba celosamente su “proyecto presidencial”, asesorías de tecnócratas, mercadotecnia, así como expedientes personales de gobernadores, empresarios y de sus supuestos rivales: Fidel Herrera y Miguel Angel Osorio Chong considerado el “tapado” demócrata del PRI.
Ya para esas alturas los nombres de Humberto Moreira, Eduardo Bours, Juan S. Millán, Natividad González y la larga asesoría de ex presidente Carlos Salinas, estaban presentes en el proyecto Peñanietista.
Fuente de inteligencia y de muy alto nivel, revelaron a este reportero:
Las reuniones con Azcárraga eran prolongadas… dos horas de diálogo.
Azcárraga sobrio, mesurado y ambicioso en los negocios…Peña lo sabía.
En la plática del proyecto presidencial, éste entregó tres cheques; uno por cien millones de pesos, el segundo de 450 millones de pesos y el último de 600 millones de pesos.
Azcárraga: “Están atacando mucho al candidato.”
Peña: “son gajes del oficio… no importa”
Azcárraga se marchó a Europa a negocios y viajes de placer.
Pasó el tiempo…
Peña le llamaba permanentemente a su secretaria particular Elena Martínez… la respuesta: … “el señor está fuera del país”; Peña angustiado le expresó… “dígale que cuando tenga tiempo que me llame”… “si señor”…
Azcárraga nunca le llamó a Peña.
Inteligencia abundó: que el candidato comenzó a ponerse nervioso y recurrió por otros medios, pero fue un rotundo fracaso.
Azcárraga no estuvo al alcance del aspirante presidencial.
En una edición de la revista Proceso, en donde en la portada aparece el Yate propiedad de Emilio Azcárraga, días después Peña empezó nuevamente a insistir… la secretaria del empresario le hizo un enlace telefónico de un lugar no revelado.
“Mire señor Peña ya puede hablar”
Inteligencia reveló la siguiente conversación:
Peña: “Hola Emilio… ¿Qué pasó?... te desapareces”
Azcárraga en tono serio: “no solo llevo mi tren de vida… ¿en qué te puedo servir?”
Peña: “Mira Emilio, te escucho molesto”
Azcárraga: “No… es que estoy trabajando en reuniones con socios y los invité al Space”
Peña: “Emilio… ¡soy el próximo presidente de México!...Mitofsky… Roy Campos te los puede comprobar… soy el puntero”
Azcárraga: “Si tú lo dices… ese es tu proyecto”
Peña: “Emilio… ¿estás molesto por algo?”
Azcárraga: “no…no.”
Peña: “Emilio le di a Leopoldo Gómez, el cuarto cheque del contrato… el más fuerte.”
Azcárraga: “Eso va para la empresa.”
Peña: “Mira no quiero quitarte el tiempo, pero…necesito tu apoyo, en varias circunstancias que no se pueden mencionar por esta vía.”
Azcárraga: “Mire Enrique, en el Decálogo de los Negocios no hay amigos… solo intereses”
Peña: “Emilio… ¿y todo lo que les he dado?”
Azcárraga: “Será a la empresa, no se a quien se refiere o si con algunos de los empleados trató cosas o temas diferentes.”
Peña: “Emilio pensé que eras mi amigo… ¿y el proyecto?”
Azcárraga: “Mire Enrique me apena mucho… pero, no tengo amigos…solo intereses, como lo marca el decálogo… eso me lo heredó mi padre…soy un hombre exitoso… si tiene alguna duda, a la que le corresponde por gentileza véala por favor con la licenciada Elena”
Peña: “Pero…mira quiero decirte.”
Azcárraga: “Ya le comenté…gracias.”
Esto amable lector, nos da una idea muy clara, que todo lo que se ha llevado hasta este momento, por las famosas casas encuestadoras; todo ha sido un gran negocio de la mercadotecnia electoral.
No hay tal puntero.
La sucesión presidencial estará decidida el próximo domingo primero de julio a las 23 horas, en donde se darán a conocer los resultados preliminares, por el órgano electoral responsable; el Instituto Federal Electoral.
¿Y las encuestas?
Un señuelo de la política mexicana.
¿O usted qué opina?
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