El Carril de la Corrupción

EL COSTO DE LA CORRUPCIÓN

Francisco Valencia Gulart

Además de lo que se transan los funcionarios públicos, miles de millones de pesos paga el gobierno (todos los mexicanos), por medio de instituciones creadas para cuidarle las uñas a los funcionarios públicos corruptos.

Tenemos la Secretaría de la Función Pública; además, a nivel federal y en todos los estados de la república tenemos: auditorías de los congresos, departamentos de auditoría interna en casi todas las dependencias gubernamentales, secciones especializadas en las procuradurías, departamentos de asuntos internos, contralorías, institutos electorales, comisiones de derechos humanos, institutos de transparencia, etcétera.

Los institutos electorales se crearon porque los funcionarios de la Secretaría de Gobernación, que manejaban las elecciones, fueron corruptos y no respetaron el voto de los ciudadanos. Si hubiesen respetado la voluntad ciudadana, no habría necesidad de estos organismos tan costosos. Las comisiones de derechos humanos se crearon porque los funcionarios públicos no respetan los derechos humanos de los ciudadanos; si los respetaran no habría necesidad de ellas.

Los institutos de transparencia se crearon porque los funcionarios públicos no informan sobre los recursos que manejan. Si los gobernantes informaran, no tendrían razón de ser estos institutos. Cuesta miles de millones de pesos y por los resultados obtenidos se ve que se está tirando el dinero, porque cada día la corrupción es mayor.

El costo real es enorme, porque si no hubiera corrupción en los gobernantes, ese dinero se podría utilizar en educación, salud e infraestructura para tener mexicanos más preparados, sanos y competitivos.

El “carril de la corrupción” recientemente inaugurado en Guadalajara, ya es insuficiente, está saturado. Pobre país, por eso no progresa, se lo están acabando. Urge un cambio total en la forma de actuar de los gobernantes y en la forma de exigir de los ciudadanos.